Yogaterapia, nueva actividad para afrontar el dolor del duelo

Una persona que acaba de vivir un duelo (de un ser querido, un amigo o un familiar), está atravesando una situación de dolor profundo. Este dolor se expresa a través de emociones y pensamientos irracionales. Las emociones pueden ser tristeza, rabia, asombro, miedo, disgusto, injusticia… Los pensamientos irracionales pueden ser de inseguridad, aislamiento, culpabilidad, impotencia, desvalorización…

Todo ello puede llevar a depresión y estrés, dos estados mentales que se trasladan en síntomas corporales:

  • Fatiga crónica.
  • Insomnio.
  • Estados inflamatorios (relacionados con toma de medicamentos antidepresivos, por ejemplo).
  • Bajada de las defensas inmunitarias.
  • Hipertensión, trastornos cardio-circulatorios.
  • Dolores físicos.
  • Ataques de pánico.

YOGA Y DUELO

El yoga es una disciplina milenaria que trabaja sobre la dimensión física y mental del individuo al mismo tiempo: autoconciencia, escucha y respecto de sí mismo. Con el yoga se trabaja sobre el sistema simpático y parasimpático. Está probado que las emociones se transitan a través del cuerpo y que, para poder transformarlas o controlarlas, han de pasar primeramente por el cuerpo.

La yogaterapia, en caso de duelo como en otras situaciones de estrés, empieza por movilizar y reactivar las energías del cuerpo para luego acceder a las capas más profundas de la mente, conllevando una mejora en el control de sus propias emociones y en el estado de salud en general.

Una sesión de yoga consiste en:

  • Posturas (asanas) físicas para retomar contacto con tu propio cuerpo (el presente), movilizando los bloqueos energéticos, escuchando y observando sus puntos de tensiones
  • Prácticas de respiración (pranayama) para conectarse con el ser interior, aceptar las emociones y tomar distancias de los pensamientos irracionales. Trabajo de sincronización movimientos-respiración.
  • Relajación y meditación para fortalecer las imágenes positivas, tomar conciencia de los pensamientos irracionales, tomar distancia y aprender a dejarse ir.
  • Además, en una sesión de grupo, las personas se sienten menos aisladas y saben el poder de compartir con otras que han vivido la misma experiencia. Se traduce en más valorización y menos aislamiento.

 

Desde Goizargi os invitamos a participar en en estas clases de yogaterapia semanales. Se imparten los jueves, de 17.00 a 18:45 horas, y cuesta 40 euros para socios y 60 para no socios.

¿Quién lo va a impartir? Gabriella De Rinaldis

  • 2016-2018 Formación de 2 años en Yoga Terapia. Institut de Yoga Thérapie. Faculté de Medecine Paris Diderot. Paris X. Responsable de la formación: Dr Lionel Coudron
  • 2016 Formación para profesores en Yoga Pre/Post-Natal. Institut de Gasquet. Paris
    Formación para profesores en Yin Yoga. Sandrine Martin. Paris
  • 2015 Mindfulness y Comunicación. Florencia
    Yoga Thai Massage workshop. Munich
  • 2014 Formación para profesores en yoga para niños. Rainbow Kids Yoga. Madrid
  • 2011-2012 Formación de 1 año para profesores en Tri-Yoga. Munich
  • 2007-2008 Formación de 2 años para profesores en Ashtanga Yoga. Bangalore, India

Nuevo taller ‘Formación externa a profesionales’

¡Tenemos nuevo taller en el programa de orientación! Se trata de ‘Formación externa a profesionales’ y está dirigido a psicólogos, psicoterapeutas, maestros, pedagogos, médicos y enfermeras, trabajadores y educadores sociales… que trabajan con personas en duelo.

En general, la persona que atraviesa un proceso de duelo acude al profesional en un estado vulnerable, desorientada, herida; con muchas dudas acerca del proceso, del dolor, o con un duelo en ocasiones bloqueado o enmascarado. ¡Cómo actuar correctamente, desde la vocación de ayuda, ante esta demanda cada vez más frecuente!

Es una percepción cada vez más generalizada que la muerte no está bien vista en nuestra sociedad: se esconde, se medicaliza y se transforma en un proceso técnico buscando en esta tecnificación una defensa, un amortiguador del dolor y de la realidad. En las sociedades industrializadas avanzadas cada vez es más difícil aceptar o convivir con la mera idea de la muerte (Cala, Lupiani, Raja, Cuillén, Conzález, Villaverde et al., 2002). Sin embargo, la muerte es la más absoluta de todas las certezas y, aunque se evite, el familiar del enfermo, el enfermo paliativo, el doliente, etc., siguen necesitando ayuda, acompañamiento, comprensión y espacio para dolerse.

Las redes familiares y comunitarias, que en el pasado eran más extensas, solían cubrir esta necesidad básica y ofrecer el apoyo necesario al doliente. Pero actualmente el entorno tiende a distraer, evitar o negar este espacio, es decir, tiende a “proteger“ del dolor, por lo que cada vez más el doliente opta por recurrir al profesional (Cil-Juliá, Bellver y Ballester, 2008).

Es de suponer que esta tendencia irá aumentando, de modo que los profesionales que estén en contacto con personas en duelo (o pacientes que estén sufriendo, o estén en contacto con la muerte y la enfermedad, etc.) necesitarán conocer el camino del duelo para ofrecerles una ayuda adecuada.

OBJETIVOS

  • Entender los procesos psicológicos de las pérdidas.
  • Revisar nuestra propia historia de pérdidas y nuestro modo de “mirar” la muerte.
  • Acercar el conocimiento teórico y práctico más relevante sobre el duelo, proporcionando herramientas eficaces que faciliten la labor de prevención, evaluación e intervención en duelo o pérdida.
  • Detectar la existencia de duelos complicados.
  • Conocer el momento evolutivo de desarrollo cognitivo del menor en relación a las creencias que mantiene sobre las pérdidas y el duelo.
  • Aprender a acompañar a niños/as y adolescentes en situación de duelo (muerte, separaciones afectivas…).
  • Conocer el por qué y el para qué de la necesidad de trabajar estas temáticas en los centros educativos.
  • Dotar al profesorado de herramientas eficaces que faciliten la labor de prevención, evaluación e intervención en el duelo o pérdida en el contexto escolar.
  • Elaborar propuestas didácticas específicas para cada etapa.
  • Evaluar y determinar la necesidad de implantar apoyos educativos específicos (preventivos/paliativos).

PROGRAMA
PARTE 1. FUNDAMENTACIÓN Y CONCEPTUALIZACIÓN
• Por qué y para qué trabajar los procesos de duelo
• Mi mirada como persona y profesional a la muerte y a las pérdidas
• Prerrequisitos para un buen trabajo con personas-niños/as en duelo
• Dinámicas de trabajo personal

PARTE 2. ENTENDIENDO EL PROCESO DE DUELO
• El duelo como manifestación integral
• Apego, pérdida y duelo
• Modelos tradicionales-actuales. Tareas del duelo
• Tipos de duelo. Características específicas
• Factores de riesgo y de protección
• Dinámicas de trabajo personal

PARTE 3. DESARROLLO DEL DUELO
• Creencias sociales y profesionales
• Mitos del duelo
• Tipos de afrontamiento
• Duelo y depresión
• Mediadores del duelo
• Tipos de duelo

PARTE 4. INTERVENCIÓN EN DUELO
A NIVEL GENERAL Y/O SOCIAL
• Sistema de atención integral. Niveles de atención. Hipótesis de partida
• Objetivos y principios de la intervención

DESCENDIENDO A LO INDIVIDUAL
• Relación de ayuda. Tres niveles del saber
• Qué es acompañar
• Herramientas esenciales
• Necesidades relacionales
• Intervenciones específicas

PARTE 5. DUELO EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
• Principios básicos
• Psicología evolutiva del concepto de muerte y duelo
• El proceso de duelo en los/as niños/as y en adolescentes
• Mitos sobre duelo en los niños/as
• Orientaciones generales
• Herramientas

PARTE 6. EL DUELO EN EL CONTEXTO ESCOLAR
• Justificación. Por qué y para qué
• Estado de la cuestión
• Metodología: ¿Cómo?
• Derechos escolares del niño en duelo
• Orientaciones generales
• Recursos didácticos para trabajar la muerte y el duelo/pérdida en la escuela

METODOLOGÍA
• Clases teóricas.
• Ejercicios prácticos. Se realizan numerosos ejercicios prácticos para dar a los
participantes la posibilidad de integrar la teoría y los métodos de intervención.
• Discusión en grupos. Los debates en grupos pequeños y en grupo grande permiten
explorar temas en profundidad y compartir experiencias personales y profesionales.
• Casos reales y visionado de vídeos.
• Artículos y otras lecturas recomendadas.

DIRIGIDO A:
• Psicólogos, psicoterapeutas y psiquiatras.
• Maestros, psicopedagogos, pedagogos.
• Personal médico, enfermería, auxiliares.
• Trabajadores sociales, educadores sociales, agentes pastorales y voluntarios.

FECHAS Y HORARIOS
Las sesiones serán de 16 a 21 horas (viernes):
22 de febrero
1, 8, 15, 22 y 29 marzo
5 y 12 de abril

INSCRIPCIONES:

a.goizargi@gmail.com
asociacion@goizargi.org
660 03 41 01

FECHA LÍMITE DE INSCRIPCIÓN: 15 de febrero

COSTE Y POLÍTICA DE CANCELACIÓN:
El coste de la formación (8 sesiones) será de 180 euros. El mínimo para realizar el curso será de 12 personas y el máximo de 18. El pago íntegro del coste de la formación deberá realizarse antes de empezar el curso en el local o en un número de cuenta que en su caso se le dará al alumno. La Asociación Goizargi se reserva el derecho de cancelar el curso en caso de que no se alcance el número suficiente de alumnos, en cuyo caso se devolverán todas las cuotas de inscripción íntegramente. La cancelación de inscripciones por parte del alumno debe realizarse por escrito vía email a la Asociación Goizargi. Si la cancelación se realiza antes de los cinco días del inicio del curso, el importe será reembolsado en un 100%. No se realizará ninguna devolución posterior a esa fecha. La inscripción puede transferirse a otra persona.

LUGAR: Local de la Asociación. Calle Arrieta, 1 A, entreplanta.

‘Supervisión profesional’, nueva actividad del programa de orientación

‘Supervisión profesional’ es la nueva actividad que ponemos en marcha dentro del programa de orientación y que, como bien indica, va dirigido a todos los y las profesionales que en su día a día trabajan con personas que están viviendo procesos de duelo.

Para nosotras, la supervisión es necesaria para llevar a cabo un buen trabajo. Es un método de revisión que, desde otra perspectiva, permite obtener una fotografía de nuestra forma de intervención, así como poner luz a los bloqueos y a las alternativas que se pueden ofrecer para mejorar nuestro acompañamiento y /o intervención con el doliente, pareja o familia en duelo. Cuando la supervisión se desarrolla en espacios multidisciplinares, tiene lugar un mayor enriquecimiento gracias a la exposición de las diferentes miradas, estilos y estrategias de intervención, además de obtener una mayor variedad en las tipologías de casos.

La supervisión se basa en el asesoramiento en el trabajo de duelo para trabajar los aspectos que derivan del caso en sí y la problemática asociada desde una perspectiva individual y sistémica; y se fundamenta en los modelos de intervención en duelo que permiten superar mejor las tensiones y dificultades que se presentan en el ejercicio de su desarrollo profesional y/o voluntario. Además, la supervisión supone un espacio de cuidado en el que poner sobre la mesa aquellos aspectos personales del supervisado que influyen en su práctica cotidiana, de modo que pueda entender qué factores psicológicos personales afecta directamente a sus actuaciones profesionales y/o de voluntariado y pueda conseguir superarlos.

Con esta actividad, en Goizargi nos planteamos varios objetivos:
-Realizar una revisión del trabajo que se está realizando en el acompañamiento y/o orientación a las personas y/o familias en duelo, desde una perspectiva sistémica.
– Ofrecer una revisión de las intervenciones, los bloqueos y las alternativas que se pueden ofrecer para mejorar la ayuda al doliente, pareja o familia en duelo.
– Brindar una nueva mirada para poder elaborar aquellos procesos personales que puedan generar interferencias en el acompañamiento o la terapia realizada.
– Ofrecer un espacio formativo basado en la exposición de casos y dificultades asociadas a la elaboración sana del proceso de duelo y las estrategias de intervención a seguir.

Si estáis interesados, las sesiones tendrán lugar los primeros viernes de cada mes:
1 de febrero
1 de marzo
5 de abril
3 de mayo
7 de junio

El horario será de 17:00 a 18:30 horas, tendrá lugar en el local de la Asociación (Calle Arrieta, 1 A, entreplanta) y tiene un coste de 30 euros mensual.

La supervisión será guiada por dos profesionales terapeutas de Goizargi. El mínimo de asistentes será 5 y el máximo 10. Es necesaria la inscripción previa. El grupo es abierto y a lo largo del año podrán incorporarse nuevos y nuevas profesionales. La fecha límite de inscripción es el lunes, 28 de enero, a través del teléfono 660 03 41 01 o del correo a.goizargi@gmail.com

Deja que los buenos recuerdos te acompañen en Navidad

UN DÍA TODO CAMBIÓ…
PARA LOS DEMÁS NADA HA CAMBIADO, PARA ELLOS NADA SE HA MOVIDO.
PARA MÍ HAY ALGO QUE NO OCURRE COMO DEBERÍA, HABÍA ALGUIEN QUE
ESTABA Y ESTABA, DE REPENTE SE FUE E, INSISTENTEMENTE, NO ESTÁ.
(Rakel Mateo)

De nuevo llega diciembre, fecha llena de contradicciones, por lo menos en los corazones que se sienten heridos por una pérdida. La mayor parte de las personas hablan de reencuentros familiares, de viajes, comidas, cenas… Las luces adornan las calles y el ambiente, nos guste o no, cambia…

Todo esto es difícil cuando por dentro lo que te inunda es la tristeza, la oscuridad y el miedo. En estas fechas casi todo se convierte en contradicción. Nadie tiene la culpa, nada puede cambiarse…, pero cada cena, cada encuentro, cada luz te recuerdan que esa persona a la que tú querías no está a tu lado para poder compartirlo. Y eso duele, y mucho.

Acompañar a quien se duele es difícil y en Navidad también. Por eso, a veces, desearíamos dejar de estar o celebrarlas, y, en ocasiones, es una opción. ¿Por qué no? Sin embargo, la Navidad volverá el próximo año. Resulta difícil escaparse de ella para siempre.

Otros deciden hacer “lo de siempre”, no cambiar la forma habitual. En estos casos es importante recordar que no tienes que hacer nada que no sientas, que hacerse el “fuerte” no mostrando tu verdadero sentir ayuda poco. Las
emociones que encubrimos antes o después, de un modo u otro, salen. Tal vez puede ayudarte compartir con los tuyos cómo te sientes, mostrar tu miedo a la ausencia, nombrar y sentir dentro de ti, a través de tus recuerdos, a esa persona que ya no está viva, pero que sigue estando en ti y en los demás que te rodean.

Recuerda cuales son las “cosas” que te están ayudando en tu proceso de duelo, que te hacen bien, y no dejes de hacerlas en Navidad. Tú eres la mejor persona para decidir lo qué es bueno para ti.

Desde Goizargi queremos recordarte que seguimos estando para acompañarte si así tú lo deseas.

EGIN LEKU BAT OROITZAPEN EDERREI EGUBERRIETAN

EGUN BATEAN DENA ALDATU ZEN…
BESTEENTZAT, DEUS EZ DA ALDATU, HAIENTZAT, DEUS EZ DA MUGITU.
NIRETZAT BADA ZERBAIT EZ DELA BEHAR BEZALA GERTATZEN ARI,
BAZEGOEN HEMEN NORBAIT, BAZEGOEN, ETA BAT-BATEAN ALDE EGIN
ZUEN, ETA, EGOSKOR, EZ DAGO (Rakel Mateo).

Hemen dugu berriz ere abendua, kontraesanez beteriko data, halakoa da behintzat galera batek zauritutako bihotzetan. Gehienen ahotan dago familiarekin elkartuko direla, bidaiatuko dutela, bazkariak edo afariak
eginen dituztela… Argiek kaleak eta giroa apaintzen dute, gustatu hala ez, dena aldatzen da…

Eta hori guztia zaila egiten zaigu barnean tristezia, iluntasuna eta beldurra baldin badugu nagusi. Egun hauetan dena da kontraesana. Inork ez du errurik, deus ezin da aldatu… Baina afari bakoitzean, besteekin elkartzen garen bakoitzean, argi bakoitzarekin akordatzen gara pertsona horrekin, hainbeste maite genuen eta orain hau guztia partekatzeko gurekin ez dagoenarekin. Eta horrek min ematen du, min handia.

Doluan direnei lagun egitea zaila da Eguberrietan ere. Horregatik, batzuetan, nahiago genuke ez egotea, Eguberririk ez ospatzea, eta, batzuetan, hori ere aukera bat da. Zergatik ez? Edonola ere, datorren urtean ere etorriko dira Eguberriak. Zaila da ospakizun hauei behin betiko ihes egitea.

Beste batzuek “betikoa” egitea erabakitzen dute, ohiko ospakizunak ez aldatzea. Kasu horietan garrantzitsua da gogoratzea ez dugula zertan sentitzen ez dugunik egin, “indartsuak” garela egin eta benetan sentitzen duguna ez adierazteak ez duela askorik laguntzen. Estaltzen ditugun emozioak noiz edo noiz, modu batean edo bestean agerira ateratzen dira. Agian lagungarri izanen duzu zure hurbilekoekin partekatzea nola sentitzen zaren, falta denaren aurrean sentitzen duzun beldurra erakustea, aipatu eta zure baitan sentitzea, oroitzapenen bidez, bizirik ez dagoen pertsona hori, zure baitan eta zure ingurukoengan ere badagoelako.

Gogoratu zer “gauza” izaten ari zaizkizun lagungarri dolu-prozesuan, zerk egiten dizu on, eta egin itzazu Eguberrietan ere. Zuretzat zer den ona erabakitzeko, zeu zara onena.

Goizargin gogorarazi nahi dizugu hemen jarraituko dugula zuri lagun egiteko, hala nahi izanez gero.

“VIVÍ, VIVO Y VIVIRÉ”

Suicidio. Muerte elegida. Dos palabras juntas que suponen una ecuación incomprensible para la mayoría de las personas.

Yo tardé tres años en comprenderlas; dos años más en digerirlas y posarlas en mi corazón.

Bueno, qué más da el tiempo, si solo existe en nuestro reloj de muñeca. Lo que importa es el pulso interno, en el que el tempo y el ritmo se cuentan a latidos, a recuerdos, a miradas, a gritos, a suspiros, a lágrimas, a sonrisas, y no en segundos ni minutos.

Mi Padre se suicidó cuando yo tenía 25 años.
Mi mundo se congeló. 65 grados bajo cero.

¿Por qué lo hiciste? ¿Te incité a hacerlo con algo que dije o hice? ¿No éramos suficiente para ti? 100 grados bajo cero.

Muy, muy, muy jodido. Perdonad, pero no encuentro otra palabra para definirlo.

¿Sabéis que es lo que más me ayudó a descongelarme?

El calor del poder compartir mi frío.

El tener personas a mi lado con las que poder nombrar la realidad tan dolorosa que estaba viviendo, el SUICIDIO de mi PADRE.

El haber tenido personas a mi lado que no dijesen palabras o frases hechas por rellenar silencios incómodos, sino que simplemente estaban. A su manera, pero estaban y así me lo hacían sentir.

El haber tenido personas a mi lado que me acolcharon las paredes con algodón y me permitieron darme los cabezazos necesarios hasta fundir mi rabia.

Los abrazos sin cronómetro.

El haber tenido personas que me reconocieran en mi dolor más absoluto.

El haber contado con personas que me acompañaran en mis primeros “sudores”, sin preguntar por qué esto o por qué lo otro.

El haber tenido personas que no me sacaran de mis ganas de estar “mal”, de mis días grises.

El haber tenido a personas que sin entender nada, comprendían todo.

Eso me curó.
El apoyo y el calor familiar y social son imprescindibles.
Eso y mis ganas de Vivir. ¡Jobar, resumirlo así, me parece casi un insulto!

Hoy, 17 de noviembre, Día Internacional del Superviviente por Suicidio, quisiera poder decir algo. Algo mío. Y solo mío.

No me siento superviviente. Me considero Viviente.

He vivido el suicidio de mi Padre. Lo he superado. Viví en su día y Vivo ahora.

Sé que es el “cómo” de la historia lo que lo cambia todo.

Mi Padre no encontraba sentido a su vida. Su problema era la Vida.

Sostener eso durante tantos años, verle no vivir, era una tortura para él, para mí, para mi Familia.

Por eso, Yo empecé a Vivir tras su muerte…
Uf…

Por eso no me considero superviviente.
Siempre me “chirriaba” esa palabra, ahora ya sé por qué.

Eso fue mi gran culpa. Eso fue mi hueso.
Eso era lo que me rompía.
Esa fue mi gran tarea de duelo, el perdonarme por revivir con su muerte.

Joder, él sí que sobrevivía. Él no encontraba sentido a nada y, sin embargo, gracias a él yo lo encontré y lo encuentro cada día.

Por eso es por lo que lucharé con todo mi calor, con todo mi frío, hasta mi último aliento, para que NADIE más tenga que sobrevivir así.

Lucharé para que sepan que hay alternativas, que el no querer vivir se puede transformar.

Lucharé intentando ayudar a descongelar corazones como lo hicieron con el mío.

A todas las personas que han vivido la muerte por suicidio de un ser querido, este día y los 364 restantes,

Os mando un abrazo cargado de esperanza, complicidad, fuerza y AMOR.

“Siempre Juntos J, I, E, S”

— 

Sara Pérez Pizarro.
Doliente y Viviente.
Psicóloga de la Asociación Goizargi.

Nuevo curso “Mirando las pérdidas y el duelo en el ámbito educativo, social y sanitario”

Este año, nuevamente, vamos a realizar el curso “Mirando las pérdidas y el duelo en el ámbito educativo, social y sanitario”, dirigido a profesionales de instituciones externas y a las personas voluntarias que quieran o bien ampliar o bien formarse en esos tres ámbitos.

La formación, de 40 horas presenciales, se impartirá los miércoles y viernes de noviembre y diciembre, en horario de 16 a 21 horas, en el local de la asociación. Los días de curso serán:

  • Noviembre: 16, 21, 23, 28 y 30.
  • Diciembre: 12, 14 y 19.

Los objetivos de este curso son formar y capacitar a profesionales que atienden en primera línea de demanda a las personas que están atravesando procesos de duelo, para que puedan dar la orientación y ayuda adecuada en este momento vital de pérdida; y generar un espacio de aprendizaje y de interacción para profesionales de distintos ámbitos.
Gracias a la subvención del Área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona será gratuita para las y los inscritos. Si estáis interesadas o interesados en hacerla o queréis más información, poneros en contacto con la asociación, bien llamando al 660 03 41 01 o enviando un correo a a.goizargi@gmail.com.

PROGRAMA

El curso está estructurado en cuatro bloques, en los que se va a tratar estos temas:      1. Fundamentación y conceptualización del duelo:

  • Por qué y para qué trabajar los procesos de duelo.
  • Mi mirada como persona y profesional a la muerte y el duelo.
  • Dinámicas de trabajo personal.

  2. Entendiendo el proceso de duelo:

  • El duelo como manifestación integral.
  • Apego, pérdida y duelo.
  • Modelos tradicionales y actuales.
  • Tipos de duelo. Características específicas.
  • Factores de riesgo y de protección.
  • Dinámicas de trabajo personal.

3. Desarrollo evolutivo del duelo:

  • Modelo de tareas.
  • Sistema de atención integral. Modelo específico de trabajo.
  • Mitología del proceso de duelo.
  • El duelo en la infancia y la adolescencia.
  • Dinámicas de trabajo personal.

4. Herramientas para el trabajo en duelo:

  • La relación de ayuda. Los tres niveles del saber.
  • Niveles de intervención.
  • Refino.
  • Herramientas específicas.
  • Dinámicas de trabajo personal.
  • Práctica y supervisión: trabajo grupal de casos prácticos y supervisión de casos individuales.

Suicidio, cuando el alma enferma

“El 10 de septiembre, Día Mundial para la Prevención del Suicidio, se fomentan en todo el mundo compromisos y medidas prácticas para prevenir los suicidios. Cada día hay en promedio casi 3.000 personas que ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue.

El suicidio constituye un problema de salud pública muy importante, pero en gran medida prevenible, que provoca casi la mitad de todas las muertes violentas y se traduce en casi un millón de víctimas al año, además de unos costos económicos cifrados en miles de millones de dólares, según ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las estimaciones realizadas indican que en 2020 las víctimas podrían ascender a 1,5 millones.

“Cada suicidio supone la devastación emocional, social y económica de numerosos familiares y amigos”, ha declarado la Subdirectora General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental. “El suicidio es un trágico problema de salud pública en todo el mundo. Se producen más muertes por suicidio que por la suma de homicidios y guerras. Es necesario adoptar con urgencia en todo el mundo medidas coordinadas y más enérgicas para evitar ese número innecesario de víctimas”.

Con la ayuda de expertos de todo el mundo, la OMS ha elaborado una serie de directrices para distintos públicos llamados a tener un papel esencial en la prevención del suicidio, incluidos profesionales sanitarios, personal docente, funcionarios de prisiones, profesionales de los medios de comunicación y personas que han intentado suicidarse. Esos recursos se pueden consultar ya en más de una decena de idiomas”.

suicidio

Leo esta noticia en un medio digital, como tantas otras que este día se publican, y me lleva a la reflexión. Me alegra ver como poco a poco podemos ir nombrando la muerte y el suicidio, aunque sea en días como éste, que está colocado en un calendario; si bien a algunas personas no les gusta, por lo menos da visibilidad.

En ocasiones me debato entre aplaudir que este día se nombre y los medios de comunicación le den cobertura; y el rechazo que me genera ver qué sucede el resto de los 364 días. Días en los que la cifra de suicidios sigue aumentando y como no se nombra, no nos llevamos las manos a la cabeza. Algo parecido a lo que ocurre el día de todos los Santos o el día de los muertos. Señores… nos morimos todos los días y hay personas que deciden quitarse la vida todos los días, y sobre esto deberíamos reflexionar como sociedad para, tal vez, darnos cuenta de qué estamos haciendo mal.

Llevo 16 años acompañando a personas en duelo tras la muerte de sus seres queridos, por enfermedad, por accidentes o porque han decidido quitarse la vida. Personas que sufren, que se duelen por la ausencia y por la dificultad que tiene esta sociedad en la que vivimos para mirarlas o para mirar su dolor. Desde mi experiencia, todavía se hace más duro cuando tu muerto es quien ha decidido quitarse la vida, cuando tu duelo es por un suicidio.

En este día, y en el resto de los días, poco se habla de esta situación: que te pasa cuando sufres tu duelo, cuando echas profundamente de menos a tu ser querido y a la vez sientes vergüenza, rabia, culpa y tantas otras emociones al decir que murió porque se quitó la vida. Poco hablamos de qué le pasa a esta sociedad, que nos cuesta tanto respetar este tipo de muerte y que provocamos que los que se duelen tiendan a esconderse. Es llamativo ver y observar, cuando acompañas a alguien, la liberación que siente cuando se da cuenta de que no vas a juzgar su dolor, cuando experimenta que hay respeto en tu mirada independientemente del cómo de la muerte.

Cada tipo de muerte, cada persona, cada momento, cada relación, cada edad… hacen que un duelo sea de un modo u otro. Tras 16 años acompañando el dolor me atrevo a lanzar una pregunta al aire: ¿cómo sería una sociedad en la que el dolor tuviese sitio, una sociedad en la que pudiésemos compartir nuestro sentir sin miedo? Tal vez algo cambiaría…. Lo dejo a la reflexión.

“Un día todo cambió…

Para los demás nada ha cambiado, para ellos nada se ha movido. Para mí hay algo que no ocurre como debería. Había alguien que estaba, de repente se fue e, insistentemente, no está”.

(Rakel Mateo, psicopedagoga. Directora de la Asociación Goizargi)