Mis reflexiones y sentir del finde de Pinceladas I

“Antes de que me venga la amnesia emocional que ahora me acompaña, me apetece enviaros mis reflexiones y sentir del finde de Pinceladas I. Así ya tenéis una loca carta.

El despegue del vuelo emocional se retrasó bastante, pero como en todo gran viaje, no importa cómo, ni cuándo, sino el destino, la compañía y el sentir del durante.

Cuándo me lo propusieron sentí varias cosas a la vez. Curiosidad, miedo, pereza y ganas al mismo tiempo. Aquel sábado estaba en modo sobrevivir “automático” después de unas putas semanas de vacío existencial de la ostia. Así que llegué un poquito congelada, por fuera y por dentro; pero contenta al ver caritas con las que me hacía muchísima ilusión “compartir” mi tiempo.

Después de las presentaciones del por qué estábamos en aquel avión, con aquellas mochilas, ya fui sintiendo un poquito más de calor y deseo de viajar.

No voy a intentar analizar cada una de las dinámicas, así paso de mi tendencia a llevarlo todo a la mente, pero sí quiero devolver las que me llegaron más a la emoción (dolor, tristeza, susto, paz, gustico, frustración…). Estas son:

🦋 Escuchar la palabra MUERTE repetida por Sara varias veces en aquella meditación inicial (acabo de sentirla en forma de golpe en el estómago mientras la escribo); sentirme en esa barquita hacia la casa del lago sola y ver al barquero otra vez en aquella nueva dimensión; las caritas de dos personas importantes en mi camino en las faldas y la cima de mi monte y volcán del duelo; LAS CARICIAS de aquel buzón (tanto leerlas como escribirlas); “compartir” velas con todos aquellos corazones presentes y no presentes y, sobre todo, sentir a las pasajeras y las tripulantes cerca, abriendo sus corazones durante todo un fin de semana.

🦋 La dinámica de recorrer el camino del duelo me frustró muchísimo en el momento. Me dio rabia no conectar con aquel camino y poder abrirme a contar mi experiencia en el proceso que todas las pasajeras estamos viviendo. Me hubiera gustado y gustaría. Pero queda para otro momento, quizás…

🦋 Me ha parecido sencillamente, BELLO. Bello el espacio, bellas las personas, bellas las dinámicas…

🦋 Había oído en Goizargi que el taller de Pinceladas era un Antes y un Después. Para mí es amor.

🦋 Desde aquel domingo a las 14:00, cuando volví mi casa del norte (como decía Govar), mi termostato emocional ha subido algo de temperatura. Me siento más viva. Y eso, ahora, es muchísimo para mí.

🦋 La ausencia de él, su muerte (a la tripa otra vez), sigo sintiéndolas como hasta ahora, pero sí que tengo otro lugar NUEVO en mi mente para verlo a través de aquellas visualizaciones y meditaciones, que de momento me acompañan.

🦋 Muchísimas gracias a Sara por saber acompañarme de esa forma tan “todo” en mi impaciencia y caótico torbellino emocional desde el principio. A Rakel por aquella vela que desde hace unos días me da fuerza y me reafirma en intentar ser “yo”. A las pasajeras y tripulantes, por desnudar sus mundos internos y por ser tan sencillamente bonitas.

🦋 GRACIAS a todas por este finde que desbordaba HUMANIDAD Y AMOR. Con mascarillas, sin abrazos, pero con miradas y caricias muy tiernas.

🦋 Creo que en los tiempos que vivimos, ahora por la pandemia y antes también, hacen falta más espacios así.  Cuando estamos en duelo aún los necesitamos y valoramos más.

 

Me he llevado un chutazo de HUMANIDAD.

HASTA EL PRÓXIMO VIAJE. ¡OJALÁ!”

IZAS.

El duelo en el cine infantil de ayer y de hoy

Los niños y niñas son “los grandes olvidados” cuando hablamos de muerte y duelo, ya que nuestro propio miedo y temblor nos impide hablarles de la muerte, de lo qué nos pasa cuando alguien a quien queremos muere y de lo que les pasa también a ellos.

En muchas ocasiones es la falta de “herramientas” lo que nos frena a la hora de poder compartir con ellos nuestro sentir respecto a la muerte, nuestro susto y nuestra necesidad. Hoy os facilitamos diferentes herramientas a través del cine infantil que pueden ayudaros a hablar con los más pequeños de la muerte y de lo que nos pasa por dentro cuando vivimos una muerte cercana. Igualmente, les van a servir a ellos para conocer qué es la muerte de una forma humana y natural, y para facilitar su comprensión sobre la misma.

En el cine, también en el infantil, la muerte y el duelo han sido protagonistas en muchas ocasiones, aunque nuestra mirada no se haya centrado en ese tema. Os presentamos películas que llevan estando presentes entre nosotros/as desde hace muchos años. Nos gustaría que pudierais disfrutarlas, por lo que nuestro objetivo es daros pequeñas pinceladas sobre los diversos temas que podemos observar y hablar, y no un resumen de las mismas.

Os recomendamos verlas y exprimirlas sin una mirada juiciosa, ya que vamos a poder encontrar grandes diferencias entre las películas de ayer y de hoy. Os invitamos a verlas como parte del proceso y del crecimiento de nuestra sociedad y la industria del cine sobre la muerte y el duelo.

 

Películas de ayer

Bambi (1950)

La historia del crecimiento de un cervatillo tras la muerte de su madre. En ella encontramos no solamente la muerte y el duelo, sino la importancia de la amistad y del apoyo de las personas que nos quieren a la hora de caminar el proceso de duelo.

Dumbo (1985)

La historia de un pequeño elefante de circo separado de su madre. Podemos observar el duelo por la separación y también el dolor por el hecho de sentirse apartado por los demás. Una historia de aprendizaje y superación por parte de Dumbo y una lección de humildad, respeto y tolerancia.

En busca del valle encantado (1988)

La historia de Piecito, nuestro protagonista, es el camino que recorre tras la muerte de su madre, un camino con subidas y bajadas (como una montaña rusa), en el cual va aprendiendo y adaptándose a su nueva vida sin su madre. ¿Os suena?

Tod y Toby (1981)

Una historia de un zorrito y un perrito que comienza con una muerte. En esta cinta podemos destacar la importancia de la amistad, los cambios y el crecimiento a lo largo del proceso; y la lealtad y deslealtad, algo que podemos encontrar en todo duelo.

El rey león (1994)

Centrada en una manada de leones, conocemos la historia de una trágica muerte, rodeada de ciertos roces familiares y de una emoción que tiene mucha potencia en este proceso, la culpa.

 

Películas de ayer y hoy

Buscando a Nemo (2003)

Una película que ya se acerca más al hoy y que comienza directamente con una muerte. En ella podemos hablar del susto/miedo que los adultos tenemos muchas veces en relación al cuidado de los más pequeños, de la protección (o sobreprotección) de los mismos y del aprendizaje que muchos padres y madres hacen cuando sus hijos comienzan a crecer y a tener su propia autonomía.

Hermano oso (2003)

La historia de dos osos que se encuentran en el camino del duelo tras la muerte de un ser querido. En ella encontramos la importancia del respeto, del apoyo y del no-juicio, además del “peligro” de los secretos sobre la muerte que muchas veces rodean a los niños y niñas. También aporta un lado espiritual a la muerte y el duelo.

Up (2009)

Igual que varias de las películas mencionadas, en Up nos encontramos con un viaje tras la muerte de un ser querido con quien nuestro protagonista ha pasado toda su vida. Un viaje en el cual aprendemos que las emociones van de la mano, y que tristeza y alegría pueden estar juntas y en el camino que llamamos duelo. Descubrimos la fortaleza de caminarlo y la esperanza de llegar a ilusionarnos de nuevo.

Como entrenar a tu dragón (trilogía) (2010)

En esta trilogía podemos encontrar la historia de amistad entre un vikingo y un dragón que comparten un mismo dolor (en este caso un dolor físico, ambos pierden una pierna y un ala a lo largo de las películas). Trata la importancia de la amistad, el dolor por la muerte y el proceso de duelo, y también las despedidas e importancia de las mismas.

 

Películas de hoy

Intensamente (2015)

Esta historia nos cuenta el duelo que vive una niña de 11 años al tener que cambiar de ciudad por el trabajo de sus padres. Con ella conoceremos las emociones y aprenderemos la función de cada una de ellas, y el hecho de que todas son “buenas”, sanas y está bien que les demos permiso y espacio.

El viaje de Arlo (2015)

Su nombre nos lo desvela. Esta película habla sobre un gran viaje, el de un pequeño niño y un dinosaurio en la búsqueda de la familia de este último dejando atrás el miedo por lo desconocido. Ambos comparten herida y dolor, algo que les une a lo largo del viaje. Además, encontramos algo muy importante en el proceso de duelo: el recuerdo de las personas que ya no están y los rituales que nos acercan un poquito a ellas.

Big hero 6 (2014)

Esta cinta comienza con la muerte del hermano de nuestro protagonista. En ella podemos hablar acerca de la importancia de cuidarnos en el proceso de duelo, de pedir ayuda cuando lo necesitemos y de recordar a aquellas personas que no están, muchas veces ayudándonos de objetos que nos unen a ellas.

Más allá de la luna (2020)

Una curiosa película que nos cuenta la historia de una adolescente que vive la muerte de su madre y, tras unos años, la lucha con su padre, ya que este ha conocido a otra mujer. Podemos hablar del miedo a olvidar y de la ilusión y del aprendizaje de poder seguir viviendo teniendo presentes a nuestros seres queridos muertos.

Soul (2020)

Una de las últimas películas que se han estrenado. En ella entramos de lleno en la muerte y en el “más allá”. Podemos hablar sobre ello, sobre el ritmo de vida que llevamos (a todo correr) y la necesidad de parar y cambiar la mirada ante la vida y la muerte. Podemos reflexionar sobre el aprendizaje que nos puede dar la muerte.

 

Estas 14 películas son algunas en las cuales podemos encontrarnos a la muerte (o la pérdida o la ruptura) y el duelo como protagonistas. Esperamos que os sirvan de ayuda para poder hablar de la muerte con nuestros pequeños, repetimos, de forma natural y humana; y también de muchos otros temas como pueden ser las emociones, la lealtad, la amistad, los secretos….

¿Qué os parecen? ¿Veis alguna diferencia entre las más antiguas y las recién estrenadas? Os invitamos a que podáis disfrutarlas, con tranquilidad y poder usarlas como una pequeña ayuda con nuestros niños y niñas

¿Cómo quiero vivir este 2021?

Cuando estás viviendo la muerte de un ser querido y te encuentras inmersa en un proceso de duelo, el tiempo, aquello que pensamos, sentimos y hacemos, puede perder sentido y dirección.

Como ser un reloj sin agujas, un reloj que no puede dar las horas ni los minutos. Por un tiempo, somos como una brújula desorientada, sin puntos cardinales. Una veleta que gira y gira y no sabe por dónde le da el aire.

Nos desajustamos y durante el proceso de duelo aprendemos a regularnos. Poco a poco, minuto a minuto, día a día, emoción a emoción, canción a canción, paso a paso, palabra a palabra, decisión a decisión.

El duelo, duele. Y el dolor nos hace entrar en modo “supervivencia”, lo que nos puede hacer sentir vulnerables, indefensos, con poco control. También nos puede hacer creer que no podemos realizar nada para aliviar nuestro dolor o salir de él. Y esto también dura un tiempo. El necesario para darnos cuenta de que es a través del dolor, de las subidas y bajadas de esa montaña rusa, donde aprendemos la capacidad de tomar las riendas de nuestros procesos, de nuestro dolor y de nuestro momento.

A menudo, nos vienen las palabras de un gran terapeuta que decía algo así como: “El único tiempo en el que se puede vivir cuando estás transitando un duelo es el presente, porque si nos vamos al pasado, nos duelen mucho los recuerdos, y si nos adelantamos a pensar en el futuro, nos duele la ansiedad y los ‘para siempre’”.

En este sentido, la pregunta de cómo quiero vivir este 2021 puede sonar, de primeras, demasiado “grande”. Pero creemos que sintetiza la actitud de lo que queremos decir en este escrito: que a pesar del dolor, podemos volver a impulsarnos y motivarnos si nos fijamos unos objetivos reales y acordes a nuestras necesidades y a nuestro momento.

Lejos de las tradicionales listas de propuestas y metodologías “estrella” para conseguir esos objetivos de nuevo año, queremos lanzaros algunas cuestiones para que podáis pensar en ellas y, desde ahí, definir y plantearos vuestro presente:

  • ¿Cómo estoy en este momento de mi vida? ¿Qué siento?
  • ¿Qué me aporta bienestar?
  • ¿Qué me genera malestar?
  • ¿Qué necesito?
  • ¿Qué me “sobra” en este momento?
  • ¿Qué me ayuda?
  • ¿Qué me hace sentir segura?
  • ¿Qué me genera miedo o inseguridad?
  • ¿Qué me motiva?
  • ¿Qué me gustaría hacer que no hago?
  • ¿Qué me lo impide?
  • ¿Cómo puedo conseguir aquello que me propongo?

Esperamos que estas preguntas os puedan aportar “brújulas” para empezar este nuevo año.

Dicen que ser feliz es una decisión. Nosotras creemos que es un conjunto de muchas decisiones y todas empiezan por preguntarnos qué necesitamos, cómo podemos cuidarnos y cómo podemos mejorar (aprender- nos) aquello que somos y hacemos.

Nos encantaría que os animaseis a compartir vuestras reflexiones y objetivos.

Buen camino y Buen caminar en este 2021.