Taller «Pequeños pasos, grandes huellas» 2020-2021

En septiembre iniciamos el taller “Pequeños Pasos, Grandes huellas”, un taller lúdico-terapéutico dirigido a niños y niñas de entre cuatro y diez años que están viviendo un proceso de duelo y a sus familias.

A través de este espacio, pretendemos dar lugar al dolor de la pérdida promoviendo la vivencia sana del duelo del niño y normalizar la situación vital del menor y la familia. Es por ello que, en el taller, el protagonista no solo son los niños y niñas, si no su sistema familiar y, sobre todo, sus adultos de referencia.

Dirigido por una psicóloga de la entidad junto con un equipo previamente formado y cohesionado de personas voluntarias de la asociación, tiene lugar en nuestro local. Con una frecuencia quincenal, cada sesión dura 90 minutos y es abierto. Es decir, que existe la posibilidad de incorporarse cada mes, aunque el taller ya se haya iniciado con anterioridad, pues tiene un carácter continuo.

El grupo está pensado para un máximo de diez niños, pero este año, si el número es alto, lo dividiremos para guardar las medidas de distanciamiento e higiene necesarias.

Si queréis más información, no dudéis en llamarnos al 660 034 101 o escribirnos un correo a asociacion@goizargi.org.

Si pudiera… cambiar la realidad

En el acompañamiento que como profesionales realizamos a las personas día a día en sus pérdidas y en su dolor, a veces nos encontramos con algunas personas que tienen la capacidad de expresar sus emociones y su sentir no solo a nivel verbal, sino que utilizan otros lenguajes más personales que les permiten crear “pequeñas obras” literarias u otras artes. Son su manera de lograr una expresión más íntima y personal de lo que sienten, de lo que les sucede por dentro ante la muerte, la enfermedad o la ausencia de personas significativas de sus vidas.

Crean pequeñas joyas, casi siempre cargadas de belleza que traspasan la practicidad cotidiana, y dejan atrás el vocabulario habitual para alcanzar una mayor conexión y una forma única de expresión y comprensión de su dolido mundo emocional. Sin duda son de gran ayuda para sus autores, ya que les permiten bucear dentro de sí mismos en una búsqueda profunda de emociones y sentimientos que siempre están cargados de un contenido importante que merece ser atendido y escuchado.

A menudo encontramos expresiones sentidas, íntimas y muy personales que reflejan con fuerza el momento en el que se encuentran sus procesos de duelo, y que sin duda son fuente de conocimiento de cómo es su duelo.

Hoy queremos compartir con vosotras y vosotros una poesía que ha escrito una persona que está viviendo el duelo por pérdida de su pareja en Goizargi. La escritura es para él una herramienta de expresión, vincula las palabras, las ordena hasta dar con una forma única de decirnos cómo está, qué siente, que desearía. Contiene su realidad, su dolor, sus anhelos… Nos dice tantas cosas…

En su dolor y su generosidad, permite que podamos acercarnos a su vida regalándonos este poema que él ha tejido con sus lágrimas y que sin duda vais a saber leer, sentir y comprender en un plano único, personal y cercano, ya que el dolor tiene la virtud de acercarnos y unirnos.

 

Si pudiera… cambiar la realidad

Si pudiera
hacer un nido con mis manos
donde pueda habitar una paloma,

Si pudiera
con un beso hacer sanar la herida
de un triste corazón abandonado,

Si yo pudiera
lograr que las estrellas devolvieran
su luz al firmamento,

Si pudiera
hacer con la mañana una sonrisa
que cubriera de escarcha el horizonte,

Si pudiera
acariciar a un niño sin herirlo,
contar cuentos de miedos a la luna,
perderme entre la niebla y ser de musgo,
hundirme en las entrañas de la tierra
y allí poder echar raíces como un árbol,

Si pudiera
hacer que este dolor se desvanezca
y esconder en la luz el universo,

Si pudiera
hablar con Dios solo un momento
y Él me respondiera, entonces,
le diría…

(J. L. A.)

 

No queremos estropear con alguna reflexión torpe este poema, solo esperamos que podáis disfrutar la belleza, la sensibilidad, el amor y el afecto con el que ha sido creado y saber y sentir que es “fruto” del dolor de la pérdida.