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Cómo vivir y acompañar la Navidad cuando estamos en duelo

Vivir la muerte de un ser querido es todo un desafío, saber «bien» acompañarlo también. Más aún en estas fechas tan señaladas. Por ello, os dejamos ocho pautas para vivir y acompañar el duelo en Navidad de una manera más sana.

1. Revisa cómo quieres vivir las Navidades

A veces no es fácil saber qué es lo que necesitamos o queremos, y menos cuando estamos viviendo un proceso de duelo en el que muchas veces tenemos que lidiar con nuestro ruido interno debido a la intensidad y fuerza de un millón de emociones diferentes. Te invitamos a que puedas plantearte las siguientes preguntas: ¿Qué necesitas? ¿Qué quieres? ¿Qué te apetece hacer (o no hacer)?

Cuando estamos «sobreviviendo» a nuestro dolor interno es posible que no encontremos la fuerza para hacer este tipo de ejercicios. Es normal. Sin embargo, si dedicas un tiempo a observarte y preguntarte esto, te va a permitir planificar y estructurar con tiempo las cosas que necesites y desplegar aquello que necesites para conseguirlo.

Forma parte del aprender a «mirarte» y autorregularte. Recursos importantes para ir recuperando el control, la seguridad y el equilibrio de tu vida. Si necesitas ayuda para ello, pídela a personas referentes para ti. Cuando nos encontramos perdidos en una montaña, tener una brújula nos puede salvar la vida y el momento.

2. La montaña rusa emocional es normal

Cuando vivimos la muerte de un ser querido parece como si nos subiésemos a la montaña rusa más grande del mundo. ¿Sabíais que cada persona tiene su propia montaña rusa emocional? Es una atracción con subidas y bajadas muy peliagudas que hace que el dolor, los nervios, la angustia, la tristeza, el miedo, las emociones contradictorias o ambivalentes se disparen e intensifiquen hasta sentirlas totalmente descontroladas.

A veces, es cuestión de minutos, otras de días, otras de meses. Lo cierto es que no es nada agradable y nada fácil vivir ahí subida.

Nos parece importante que tengas en cuenta que esto es NORMAL y NATURAL en los procesos de duelo. Te proponemos que te visualices en esta montaña rusa cuando sientas que vas a llegar o estás en un pico de dolor y que trates de recordarte que es parte del proceso, algo natural y normal, que todo pasa y esto también lo hará.

3. El dolor emocional no mata

Hay momentos en los que tenemos la sensación de que la ausencia y el dolor emocional nos van a ahogar, a desgarrar o que nos va a hacer retroceder en nuestro proceso de duelo. Es un momento muy duro y angustiante que forma parte de esa montaña rusa emocional. Te invitamos a que recuerdes QUE EL DOLOR NO MATA, aunque a veces tengamos la sensación contraria.

QUE EL DOLOR DUELE. Esto a veces es difícil de entender, por lo que os invitamos a pararos aquí y tratar de imaginar que la muerte de un ser querido es una herida muy profunda en el alma que puede asemejarse a una rotura de un hueso o varios a la vez. Si la herida física duele, la emocional también. Y necesita curas y reposo para poder curar.  Visto así, podemos naturalizar y dar un lugar al dolor. Nadie nos lo va a quitar, pero cuando comprendemos las cosas podemos encontrar alivio y fuerza para atravesarlas.

4. Recuerda: «no tienes que nada»

Recuerda que no tienes que celebrar nada que no sientas o quieras. El acto de celebrar no es una obligación, es un derecho. No te exijas estar y hacer las cosas del mismo modo como en años anteriores. Es importante que tengas en cuenta que cuando estamos en duelo, nos duele todo. Nos duele el corazón emocional, nos duelen los recuerdos y también nos duele el cuerpo físico, y es muy habitual no encontrarnos con fuerza ni motivación para hacer nada. Respeta tu ritmo. Pide ayuda. Delega.

A veces, dentro de las familias surgen dificultades pues cada persona necesita cosas diferentes y esto
genera desacuerdos. Aquí es importante recordar, que «NO HAY DUELOS, HAY DOLIENTES», que el proceso de duelo es un proceso PERSONAL e INTRANSFERIBLE, una experiencia EXCLUSIVA de cada persona y que, por lo tanto, es normal que necesitemos llevar ritmos diferentes.

A veces caemos en imponer y obligar a las demás personas a vivir o hacer las cosas como yo quiero/siento.  En este sentido, os recordamos que decir «no», a veces es decirse «sí» a una misma. Y esto significa atenderme y cuidarme. Y esto es sano. Tenemos que dar espacio y lugar a cada miembro de la familia.

¡Tú, tu familia, tus amigos, sois un bastón de apoyo fundamental, utilizaros!

5. «La lástima, lastima, y la sobreprotección, también»

Una de las cosas que nos suele dar mucho «susto» en estas fechas tan señaladas es dejar a una persona sola en casa. Esto es normal, pues nos dejamos llevar por la pena, la preocupación y el miedo de que a esa persona que está viviendo el duelo le pueda ocurrir algo malo.

Recordar que las personas que vivimos un duelo a veces necesitamos estos ratos de soledad y de dolor para poder sentirnos mejor y «volver a la carga».

La preocupación y el miedo se desvanecen cuando somos capaces de comprender la situación y la necesidad. Para ello, os proponemos que podáis abrir una vía de comunicación en vuestra familia y explicar las razones o los motivos por los que necesitas estar solo. Os proponemos salir del silencio y nombrar lo evidente, lo qué os pasa. Seguro que así pueden entenderte mejor y eso les tranquiliza. Además, podéis llegar a un acuerdo de «os haré saber si os necesito».

6. ¿Está bien distraerse del dolor?

Partiendo de que no hay nada «bien o mal», sino «sano y no sano», a veces todo aquello que permita «desembotar-nos» y salir de nuestro dolor es sano. Como hemos dicho, hay momentos en los que una persona necesita «bucear hacia adentro» y conectar con su dolor para comprenderlo y poder empezar a asumirlo. Esto es un mecanismo natural y sano.

La situación se vuelve complicada y es aquí cuando debemos preocuparnos, cuando por defecto tendemos a evitar todo lo que nos haga sentir y recordar; cuando no expresamos o hablamos del dolor, de lo que nos pasa y nos lo quedamos para nosotros mismos. Esto puede dar lugar a un «enquiste emocional» haciendo que el duelo se cronifique en el tiempo.

Lo importante, y te proponemos que puedas hacerlo, es que busques maneras en las que te sientas cómodo para poder expresar, hablar, escribir, gritar, llorar y hasta reír tu dolor. También te proponemos el que puedas hacer una «lista SOS» con aquello que te ayuda y que no te ayuda. Puedes tenerla a mano en los momentos más difíciles para que te ayude a salir de ellos.

7. «(Des)lealtades que duelen»

El sentimiento de deslealtad es un sentimiento que nos hace sentirnos sin derecho o permiso para experimentar ciertas vivencias asociadas al placer o al disfrute. «No voy a poner el pino de navidad porque él no está», «no voy a poner música porque me siento culpable si lo hago», «si me disfrazo este año, siento que le falto al respeto», «si no pienso en ella, siento que la abandono, la olvido y me alejo». Este sentimiento de «(des)lealtad» es natural y normal, pero también puede enquistarse y cronificarse en el tiempo, lo que hace que nuestro dolor se intensifique y que cada vez tengamos menos derecho de vivir tal y como queremos o necesitamos.

Las Navidades son unas fechas que revuelven este tipo de sentimientos. Os invitamos a reflexionar sobre el sentido de este sentimiento. EL DUELO NO IMPLICA OLVIDAR, IMPLICA APRENDER A RECORDAR A LA PERSONA QUE HA MUERTO a través de maneras que no nos quiten espacio ni vida; al revés, que nos sumen tranquilidad, alivio, «calor».

Aislarte en tu dolor es imponerte sufrimiento. Aislarte en tu pena es limitarte tu alegría. Una época que termina, otra que empieza. Un duelo no implica olvidar, implica comprender el fin de una forma de vivir con todo lo que ello supone.

«Quizás baste con darnos cuenta de lo que necesitamos para seguir viviendo» y desde ahí poder rediseñar y construir una nueva manera de vivir la vida, los aniversarios, las Navidades, las fechas señaladas, los lugares, los encuentros, los olores… Todo.

Un abrazo muy fuerte a todas las personas que estáis viviendo y acompañando la muerte de un ser querido

El equipo de Goizargi

La silla vacía… en Navidad

En ocasiones, mientras vivimos nuestro duelo, nos enfrentamos a sensaciones contradictorias. Vemos y sentimos la alegría de los demás que choca frontalmente con nuestro dolor y nuestra pena. Nos encontramos con fechas, días señalados en el calendario que hacen que nuestro dolor vibre y se experimente de un modo todavía más intenso: aniversarios, cumpleaños… Sin embargo, la Navidad implica una sensación de alegría colectiva, pública, de celebración general y de disfrute.

Es una época de emociones constantes, de recuerdos, de reuniones en las que resulta difícil combinar la alegría y la añoranza, en la que las personas en duelo a veces sienten tantos sentimientos a la vez que la gestión de los mismos se complica. Es un tiempo en el que puede parecer que estás dando pasos atrás, que retrocedes en todo lo que has ido avanzado en tu proceso de duelo,

Es importante que recordemos que no existe una forma única de lidiar con estos sentimientos y sensaciones, que recordemos que hacemos lo que podemos con lo que tenemos y es por eso que todas estas sensaciones se magnifican. La Navidad y todo lo que ella implica nos «saca» de nuestras rutinas habituales, esas en las que ya hemos sentido un mayor «control» de nuestro día a día, una mayor capacidad para transitar la vida con todo el dolor que implica nuestra ausencia.

Puede ayudarnos recordar que:

Es importante dejar sentir lo que sentimos, sin negarlo ni excluirlo. Dándole un lugar y un espacio.

– Hay personas que creen que es mejor evitar hablar de sus seres queridos fallecidos creyendo que si lo hacen sufrirán más. Esta estrategia puede, al contrario, intensificar la pena, ya que la ausencia es aún mayor si no nos permitirnos nombrar o recordar a los que faltan.

Compartir con las personas que nos quieren qué necesitamos y qué no, en estas fechas, nos puede ayudar a hacerlo más llevadero.

No olvidemos que el dolor duele, que el proceso es largo y que la Navidad no lo paraliza, sino que lo intensifica. Si queremos acompañar a alguien que se duele debemos ser comprensivos con su sentir, con su ritmo, con su tiempo. Hagamos posible entre todos que la Navidad pueda ser un espacio de encuentro «sano» entre todas y todos. Esto implica integrar y no excluir, reconocer y no negar.

¿Qué nos sucede y nos afecta a las personas que estamos viviendo un duelo en Navidad?

Como cada año, nos gustaría dedicar este escrito a reflexionar sobre diferentes cosas que nos suceden y nos afectan a las personas que hemos vivido o estamos viviendo un proceso de duelo en estas fechas tan “especiales” como son las Navidades.

Y lo hacemos con el afán de dar un lugar al dolor, de normalizar aquello que sentimos y de encontrar paz y serenidad entre todo ello. Porque todo lo que vivimos durante el duelo también ocurre en Navidad, con más intensidad si cabe, y creemos que merece ser compartido y tenido en cuenta. Así que, allá vamos.

Nos vienen a la cabeza y al corazón frases de personas con las que hemos compartido en Goizargi y que hemos ido recopilando a lo largo de estos días; pero también podemos recordarlas de personas de años atrás.

Da igual cuanto tiempo pase, las personas que hemos vivido un duelo hablamos el mismo idioma, y hay fechas marcadas en el calendario que hacen que se reaviven más los sentimientos, como estas. Y tenemos sentires muy similares, al menos en los inicios de este duro proceso:

“Ojalá pudiese dormirme hoy y despertarme el 7 de enero”. “No quiero celebrar nada, pero tengo que hacerlo por mi familia, asi que me pondré el ‘disfraz de persona normal’ y ahí estaré”. “Me desgarra ver a toda la familia menos a él o a ella”. “Que a gusto me quedaría en casa sola o me iría a un lugar lejos de aquí”. “La Nochevieja es el momento que más me preocupa, era el más importante para nosotros y no sé si me voy a poder contener…”. “No quiero llorar delante de la familia”. “No tengo nada que celebrar, nada tiene sentido para mí”.

Celebraciones, regalos, música, luces de colores, serpentinas, encuentros… nada que ver con la realidad que vivimos en nuestros corazones como dolientes.

Recuerdos, dolor, tristeza, nostalgia, enfado, miedo, preocupación, ansiedad, desgana, soledad. Qué duro, pero esto es lo que hay. Y no se va porque sea Navidad.

Pero… ¿hay algo que podamos hacer con todo esto? Sí y no.

No podemos traerles de vuelta. No podemos cambiar lo que ha pasado.

No podemos vivir eternamente en los “ojalás”, porque las fantasías no existen.

No podemos huir de nuestra realidad de duelo, porque nos sigue allá donde vamos.

No podemos volver atrás y tampoco acelerar el tiempo hasta el siete de enero.

No podemos quitarnos el dolor.

No podemos disimular nuestra tristeza, aunque nos empeñemos.

Sí podemos entender nuestro dolor. Y el de las personas que nos rodean.

Sí podemos vivir dos emociones contradictorias, aunque duela, y no tenemos porque elegir.

Sí podemos entender que nuestro dolor nos pertenece y, por lo tanto, no es juzgable ni “quitable”.

Sí podemos vivir aquello que sentimos y darnos permiso para expresarlo.

Sí podemos ayudar y facilitar para que esto suceda.

Sí podemos decidir no celebrar nada.

Sí podemos decidir cómo, cuándo, dónde y cuánto queremos estar.

Sí podemos reconstruirnos en soledad. Y acompañados.

Sí podemos recordar, aunque no quedarnos a vivir de los recuerdos.

Sí podemos valorar y honrar lo que tuvimos y lo que tenemos.

Sí podemos necesitar tiempo a solas. Tienes derecho.

Sí puedes brindar, porque eso no excluye que sientas dolor, que estés en duelo.

… Y un montón de cosas más. Pero a veces una o uno mismo tiene que vivir ciertas cosas para poder aprender. Para poder creer que sí, que se puede; que duele, pero que las heridas se curan.

Desde Goizargi os mandamos un abrazo enorme de todo corazón. Os tendremos presentes tanto como cada día.

Brindaremos por los que somos, por los que estamos y por los que nos cuidan desde allí arriba, siempre presentes.

Os mandamos un abrazo enorme de corazón.

Equipo de Goizargi.

¡SERENA Y FELIZ ENTRADA A 2020!

Llegado este día, nos resulta inevitable no hacer un balance de año y un inventario de aprendizajes y desaprendizajes.

Cerramos el año con casi 200 acogidas. 200 personas que se han acercado a las puertas de Goizargi buscando un refugio donde poder reconstruirse, dolerse y sanarse.

No tenemos palabras para describir todo lo que significa este hecho para nosotras.

Solo podemos daros las GRACIAS y mandaros abrazos rellenos de kilos y kilos de cariño por la confianza depositada en nosotras cada día, desde el principio hasta el final de cada proceso que hemos podido acompañar.

Gracias por elegirnos como acompañantes. Es una responsabilidad y un honor para nosotras y por ello seguiremos trabajando como hasta ahora.

Gracias por hacernos cómplices de un fenómeno sin igual que es la cicatrización de la herida en el alma. “Dolor. Duele. Duelo. Sanar. Volar”.

Gracias a todas las personas que confiáis, apoyáis y nos seguís cada día.

Despedimos el 2019 con los ojos llenitos de agua de orgullo, con un suspiro profundo, con una sonrisa de satisfacción, con recuerdos, con la mano en el corazón, con vuestro recuerdo, con mil deseos, con fuerza, con la mirada levantada hacía el 2020. Juntas. Juntos.

Estuvimos, estamos y estaremos.

Gracias 2019.

Hola 2020…

¡SERENA Y FELIZ ENTRADA A 2020!

Equipo de Goizargi.

Lotería de Navidad 2019

Ya está a la venta la lotería de Navidad de la asociación

Como es habitual por estas fechas, ya tenemos disponible la lotería de Navidad de la asociación. El número ganador de este año va a ser…

¡¡¡El 05126!!!

Hemos hecho participaciones a 5 euros, de los cuales un euro va destinado como donativo para Goizargi. Podéis comprarlas en el local y en varios establecimientos que colaboran con nosotras en su venta y que os iremos anunciando y publicando aquí. La venta y difusión de la lotería es una gran ayuda ya que es una manera de recaudar fondos para la asociación.

Así que además de comprar para vosotras y vosotros, también podéis recoger tacos para vender entre vuestros contactos, familiares, amistades, compañeros de trabajo… ¡Toda colaboración es bienvenida!

Y si conocéis algún local que quiera sumarse en la venta, ¡estaremos encantadas! Os daremos un cartel para que pueda colocarlo y nos acercaremos allí para hacer una foto y agradecer su colaboración con Goizargi a través de nuestras redes sociales.

Crucemos dedos… ¡y a probar suerte con el 05126!

Lotería de Navidad 2019

Deja que los buenos recuerdos te acompañen en Navidad

UN DÍA TODO CAMBIÓ…
PARA LOS DEMÁS NADA HA CAMBIADO, PARA ELLOS NADA SE HA MOVIDO.
PARA MÍ HAY ALGO QUE NO OCURRE COMO DEBERÍA, HABÍA ALGUIEN QUE
ESTABA Y ESTABA, DE REPENTE SE FUE E, INSISTENTEMENTE, NO ESTÁ.
(Rakel Mateo)

De nuevo llega diciembre, fecha llena de contradicciones, por lo menos en los corazones que se sienten heridos por una pérdida. La mayor parte de las personas hablan de reencuentros familiares, de viajes, comidas, cenas… Las luces adornan las calles y el ambiente, nos guste o no, cambia…

Todo esto es difícil cuando por dentro lo que te inunda es la tristeza, la oscuridad y el miedo. En estas fechas casi todo se convierte en contradicción. Nadie tiene la culpa, nada puede cambiarse…, pero cada cena, cada encuentro, cada luz te recuerdan que esa persona a la que tú querías no está a tu lado para poder compartirlo. Y eso duele, y mucho.

Acompañar a quien se duele es difícil y en Navidad también. Por eso, a veces, desearíamos dejar de estar o celebrarlas, y, en ocasiones, es una opción. ¿Por qué no? Sin embargo, la Navidad volverá el próximo año. Resulta difícil escaparse de ella para siempre.

Otros deciden hacer “lo de siempre”, no cambiar la forma habitual. En estos casos es importante recordar que no tienes que hacer nada que no sientas, que hacerse el “fuerte” no mostrando tu verdadero sentir ayuda poco. Las
emociones que encubrimos antes o después, de un modo u otro, salen. Tal vez puede ayudarte compartir con los tuyos cómo te sientes, mostrar tu miedo a la ausencia, nombrar y sentir dentro de ti, a través de tus recuerdos, a esa persona que ya no está viva, pero que sigue estando en ti y en los demás que te rodean.

Recuerda cuales son las “cosas” que te están ayudando en tu proceso de duelo, que te hacen bien, y no dejes de hacerlas en Navidad. Tú eres la mejor persona para decidir lo qué es bueno para ti.

Desde Goizargi queremos recordarte que seguimos estando para acompañarte si así tú lo deseas.

EGIN LEKU BAT OROITZAPEN EDERREI EGUBERRIETAN

EGUN BATEAN DENA ALDATU ZEN…
BESTEENTZAT, DEUS EZ DA ALDATU, HAIENTZAT, DEUS EZ DA MUGITU.
NIRETZAT BADA ZERBAIT EZ DELA BEHAR BEZALA GERTATZEN ARI,
BAZEGOEN HEMEN NORBAIT, BAZEGOEN, ETA BAT-BATEAN ALDE EGIN
ZUEN, ETA, EGOSKOR, EZ DAGO (Rakel Mateo).

Hemen dugu berriz ere abendua, kontraesanez beteriko data, halakoa da behintzat galera batek zauritutako bihotzetan. Gehienen ahotan dago familiarekin elkartuko direla, bidaiatuko dutela, bazkariak edo afariak
eginen dituztela… Argiek kaleak eta giroa apaintzen dute, gustatu hala ez, dena aldatzen da…

Eta hori guztia zaila egiten zaigu barnean tristezia, iluntasuna eta beldurra baldin badugu nagusi. Egun hauetan dena da kontraesana. Inork ez du errurik, deus ezin da aldatu… Baina afari bakoitzean, besteekin elkartzen garen bakoitzean, argi bakoitzarekin akordatzen gara pertsona horrekin, hainbeste maite genuen eta orain hau guztia partekatzeko gurekin ez dagoenarekin. Eta horrek min ematen du, min handia.

Doluan direnei lagun egitea zaila da Eguberrietan ere. Horregatik, batzuetan, nahiago genuke ez egotea, Eguberririk ez ospatzea, eta, batzuetan, hori ere aukera bat da. Zergatik ez? Edonola ere, datorren urtean ere etorriko dira Eguberriak. Zaila da ospakizun hauei behin betiko ihes egitea.

Beste batzuek “betikoa” egitea erabakitzen dute, ohiko ospakizunak ez aldatzea. Kasu horietan garrantzitsua da gogoratzea ez dugula zertan sentitzen ez dugunik egin, “indartsuak” garela egin eta benetan sentitzen duguna ez adierazteak ez duela askorik laguntzen. Estaltzen ditugun emozioak noiz edo noiz, modu batean edo bestean agerira ateratzen dira. Agian lagungarri izanen duzu zure hurbilekoekin partekatzea nola sentitzen zaren, falta denaren aurrean sentitzen duzun beldurra erakustea, aipatu eta zure baitan sentitzea, oroitzapenen bidez, bizirik ez dagoen pertsona hori, zure baitan eta zure ingurukoengan ere badagoelako.

Gogoratu zer “gauza” izaten ari zaizkizun lagungarri dolu-prozesuan, zerk egiten dizu on, eta egin itzazu Eguberrietan ere. Zuretzat zer den ona erabakitzeko, zeu zara onena.

Goizargin gogorarazi nahi dizugu hemen jarraituko dugula zuri lagun egiteko, hala nahi izanez gero.