Listado de la etiqueta: Asociación Goizargi

I Torneo Broski de Golf en beneficio de Goizargi

En una semana se juega en el Club de Golf Castillo de Gorraiz el I Torneo Broski – memorial Enrique Sacasas Andueza, en beneficio de Goizargi.

La competición se disputará todo el día y, a su finalización, se hará entrega de premios a los y las ganadoras y un sorteo con los regalos donados para la ocasión.

Si os gusta el golf y queréis pasar un día inolvidable, ¡apuntaros!

Muchas gracias a todas las personas que se han implicado en su organización y a todos los patrocinadores que lo han hecho posible: TCC, Nosolodulce, Art Keeping S.L, Foodys, Gesbon, Bar Savoy, Restaurante Alhambra, Caja Rural de Navarra, Surne Seguros y Pensiones, Restaurante Europa, Bar Babylon, JDS Capital, Conor Bikes, Coffing, Clinica Dental Naturdent, Club Atlético Osasuna, G. U., March R.S., cava Es Trac, Srixon, Lizarte, Federación Catalana de Golf, Real Federación Andaluza de Golf y Castillo de Gorraiz Hotel&Spa.

La fuerza del grupo

Empieza el curso y con él comienzan las diferentes actividades y servicios que ofrecemos desde Goizargi con el objetivo de acompañar a todas aquellas personas que están atravesando este camino al que llamamos duelo. Uno de los servicios que retomamos en septiembre son los grupos de duelo, por ello queremos ofreceros unas pinceladas acerca de los mismos. ¿Qué es un grupo de duelo? ¿Qué supone para mí? ¿Cómo influye en mi proceso de duelo? ¿Cómo me puede ayudar en mi sufrimiento?

Estos grupos están formados por personas que están viviendo una pérdida y el dolor que esta implica. Generalmente está constituido por personas que han vivido pérdidas distintas (padre/ madre, pareja, hijo/hija…), aunque siempre habrá personas que compartan el tipo de pérdida. Se reúnen semanalmente, están dirigidos por una profesional y en ellos se comparten e intercambian vivencias y recursos que puedan servir de guía a los compañeros y compañeras para aliviar ese dolor y poder adaptarse de una manera sana a la nueva situación que les toca vivir tras la pérdida.

Participar en un grupo de duelo tiene numerosos beneficios para las personas que están viviendo una pérdida, destacando el vínculo que se crea entre las personas dolientes, un vínculo realmente significativo, fuerte y reconfortante ya que comparten uno de los sufrimientos más viscerales: el dolor por la muerte de un ser querido.

Además, en el grupo se encuentra un espacio seguro de apoyo emocional y una atmósfera de sostén en la cual tener la libertad de expresarse sin sentir un juicio por ello, algo que aporta una mejora a nivel emocional y físico.

Compartir experiencias similares a las de los compañeros y compañeras disminuye la sensación de aislamiento social y ayuda a normalizar y validar la experiencia de cada uno y una. Calma sentimientos difíciles, crea una gran cohesión grupal y un sentimiento de pertenencia, y se gana confianza en uno mismo para poder recuperar el control de la propia vida y mejorar la autoestima. Todas las personas hablamos el mismo idioma, el del dolor.

Al tener permiso de contar su vivencia sin tapujos, por “extraña” o inadecuada que sea en el contexto diario (por ejemplo: ver a la persona muerta por la calle), en el grupo se descubre que es una reacción natural y universal del proceso de duelo, y la persona se despoja así del sentimiento de “me estoy volviendo loca” que en muchas ocasiones produce esta experiencia.

En el grupo descubren que el dolor en sí y hablarlo abiertamente no “mata” y que la expresión del mismo les abre la posibilidad de recuperarse. No sienten la necesidad de fingir “estar bien”, el grupo se convierte en el único espacio con permiso para expresar cualquier sentimiento, por complejo o “incorrecto” que sea socialmente (ira, tristeza, culpa, soledad, etc.).

Tiene una función didáctica (se aprende con la ayuda de las demás personas) qué es el duelo, que requiere un tiempo y una actitud activa por parte del doliente, las tareas a las que deben enfrentarse, etc. La recuperación o cambio positivo de una persona del grupo es esperanza para el resto y satisfacción y orgullo por el avance del compañero.

El grupo sirve para compartir estrategias de afrontamiento a situaciones o problemas concretos, como las Navidades o el acompañamiento de los hijos e hijas. Entre todas las personas se ayudan en la búsqueda de la estrategia más adecuada a cada situación concreta. Se ayudan a descubrir otras maneras de vivir y afrontar la pérdida, encontrando poco a poco esperanza e ilusión en la vida.

En los grupos se forman pequeñas-grandes redes de apoyo para las personas que están viviendo un duelo por la pérdida de un ser querido. En ellos cada persona va aportando su vivencia, soltando pequeñas “luciérnagas” que iluminan el camino de las demás y ayudan a que el sufrimiento vaya disminuyendo, creando un vínculo de fortaleza grupal.

¿Qué mejor que las propias personas dolientes para transmitir qué ha significado el grupo para ellas y para su proceso de duelo? Os invitamos a ver el último vídeo que hemos publicado, en el que podéis acercaros más a fondo a la experiencia que se vive en un grupo de duelo.

VIII Torneo Benéfico de Pádel Asociación Goizargi

El VIII Torneo Benéfico de Pádel Asociación Goizargi se celebrará el fin de semana del 17 y 18 de septiembre.

Este año contamos con la colaboración del Itaroa Pablo Semprún Sport Center para su organización, y el formato contempla cuatro categorías: dos masculinas y otras dos femeninas. Si alguna pareja mixta desea inscribirse, podrá hacerlo jugando dentro de los cuadros masculinos.

La inscripción cuesta 15 euros y todo el dinero que se recaude se destinará íntegramente a la asociación.

Las personas interesadas podéis inscribiros en el formulario habilitado en la web del Pablo Semprún Sport Center: https://www.pablosemprunsportcenter.com/torneogoizargi. El abono de los 15 euros de la inscripción se realizará el mismo día del torneo, antes de disputar los primeros partidos, a las 16.00 horas, en el control de jugadores habilitado.

Al finalizar el torneo, habrá trofeos y premios para las y los campeones y subcampeones de cada categoría, además de un sorteo final con un montón de fantásticos regalos donados por nuestros patrocinadores: Bodegas Ochoa, Conservas Pedro Luis, Bombones Torres, B Travel Tafalla, EcoprOlive, Cachet Shop, Irure Carnicería, Alehome, Floristeria Nuñez, Varices sin Cirugía: microespuma, láser, radiofrecuencia, cianoacrilato, Deportes Zariquiegui, IeL Navarra y Linsa. ¡Gracias!

Padeleras, padeleros, este es vuestro campeonato. ¡Animaros a pasar una gran tarde de deporte y solidaridad!

¡HEMOS CUMPLIDO 20 AÑOS!

El pasado sábado día 11 pudimos celebrar y compartir con muchos de vosotros y vosotras un espacio de encuentro y reencuentro. Fue bonito veros y sentiros, poder mirarnos, abrazarnos… ¡Nos hacía tanta falta sentir cierta «normalidad»!

Fue un espacio con un único fin, DAR LUZ AL DOLOR, y recordar a la sociedad y recordarnos a nosotras mismas que el duelo debe y merece tener un espacio en el día a día. Y juntos y juntas se lo dimos. Fuimos muchas las personas que pasamos y estuvimos por allí. Algunas vinisteis a acompañarnos a pesar de que hace muchos años que atravesasteis vuestro duelo, y pudimos/pudisteis volver a sentir eso que se siente cuando uno habla un idioma compartido. A veces no es necesario decir, y eso quienes hemos caminado sobre el duelo lo sabemos. Con una mirada o un gesto es suficiente. Con un aquí estoy o un entiendo tu dolor, basta.

Gracias de verdad por ser parte, por acompañarnos y por recordar siempre que Goizargi fue y sigue siendo casa, hogar, soporte, muleta… muchas de las palabras que nos devolvisteis y que pudimos reflejar sobre esas mariposas enormes que nos acompañaron durante la mañana.

Reímos, recordamos, sentimos, lloramos, nos emocionamos… incluso bailamos. Muchos y muchas nos dimos espacio, permiso para ser y para reír, en definitiva, para vivir. Porque el duelo cuesta, duele, supone y, en ocasiones, nos limita a seguir viviendo. Por todo eso: GRACIAS.

Gracias también a cada uno y una de vosotras que formasteis parte de este día y que juntos y juntas conseguimos seguir DANDO LUZ AL DOLOR.

Os esperamos el próximo junio… ¡ya serán 21!

DAR LUZ AL DOLOR

DAR LUZ AL DOLOR, una exposición al respecto de la muerte, el duelo y el dolor

El próximo día 26 de noviembre, tras varios meses de trabajo en compañía de Maslow Industries, inauguraremos DAR LUZ AL DOLOR, una exposición al respecto de la muerte, el duelo y el dolor. Exposición en la que no solo vamos a contar con diversos artistas reconocidos como Pedro Salaberri, Elena Goñi, Carlos Cánovas, Mariano Royo o Ángela Blanco, si no en la que hemos tenido la oportunidad de crear una obra colectiva gracias a la aportación de personas en duelo que han querido mostrar parte de sus recuerdos. Ha sido gratificante, ver, sentir y darnos cuenta de la importancia que tiene poder dar un espacio al dolor.

Nuestra sociedad esquiva la muerte, la oculta, la convierte en ruido cada vez más sordo. ¿Seríamos capaces de hacer lo mismo con la vida? ¿Con el gozo, con la alegría? La negación de la muerte y el dolor es tan absurda como real. Seguimos mirándola de lado, hablamos un poco más de ella, la hemos sentido un poco más cerca, pero sigue siendo de una manera escéptica, fría, lejana. La muerte forma parte de la vida y el dolor que ella nos causa es algo tan vital, tan real, como el amor o la alegría.

En Goizargi llevamos 19 años acompañando el duelo y el dolor, procurando y promoviendo espacios que nos puedan llevar a la reflexión sobre nuestro modo y manera de atender y mirar el dolor. Y todo esto tiene un fin claro, todos y todas incidimos de un modo u otro en el duelo y dolor de los demás. La mirada y creencia que cada uno y una de nosotras podamos tener tiene una gran implicación en los procesos de duelo propios y de los demás.

Por eso, a través de esta nueva iniciativa queremos seguir acercándonos a la población, queremos ayudar a que la pérdida, la muerte y el dolor y las emociones asociadas a las mismas, puedan verse y mostrarse a pie de calle.

Esta obra pretende poner la muerte y el dolor en el espacio público, en nuestro día a día. Normalizar y aceptar su presencia. Incluirla, mostrarla, darnos el permiso de caminarla y sentirla a través de expresiones artísticas de los demás.

¿Qué pasaría si entre todas y todos damos espacio al dolor? Tal vez el tránsito del mismo se viviría diferente.

Cuatro años dando espacio y lugar al dolor

Se acerca el día de Todos los Santos, 1 de noviembre, y con él muchas emociones que se mueven en las tripas de aquellas personas que han vivido o están viviendo un duelo tras la muerte de un ser querido… Son días «raros» en los cuales la nostalgia, la tristeza y el recuerdo se mezclan entre un colorido mar de flores.

Entre todo ese remolino, nos gustaría dar un espacio significativo a todos aquellos recuerdos de nuestros seres queridos que murieron y que hoy siguen ocupando un lugar especial en nuestros corazones.

Por eso, un año más, hemos organizado la IV Semana del Recuerdo con el objetivo de acercar a la sociedad la realidad del dolor por la muerte de un ser querido y la necesidad de darle ese espacio, tanto al dolor como a nuestros recuerdos. Como siempre decimos, «los muertos ESTÁN, tienen su lugar en nuestras vidas, nuestros corazones y nuestros recuerdos». Normalizando y naturalizando en la sociedad el dolor ante la muerte y el sentir a nuestros muertos con nosotros y nosotras.

Este año hemos organizado diferentes actividades, gestionadas por el equipo de la asociación, dirigidas tanto a niñas y niños como a personas adultas que estén viviendo un proceso de duelo, que lo estén acompañando o que tengan interés en acercarse a esta realidad. Talleres infantiles del cuento Un día todo cambió, encuentros para hablar de la muerte y el duelo, una charla, un cine-fórum o la Jornada sobre el Duelo, una cita que este año cumple su octava edición, son algunas de las acciones programadas para este año y que en unos días os daremos a conocer.

Nuestros recuerdos son el vínculo que nos une a nuestros muertos, ya que la relación con ellos no termina con la muerte. Por ello es tan importante darle un lugar en cada uno de nosotros y nosotras y también en la sociedad. En el proceso de duelo, estos recuerdos nos acompañan y nos ayudan para ir sanando la herida y creando un lugar especial en nuestros corazones para aquellas personas que ya no están. Nos ayudan a integrar todo lo vivido dentro de nosotros y nosotras y nos alimentan en la nueva realidad que vivimos tras la pérdida. Son nuestra memoria y la memoria de nuestros muertos.

Demos luz a nuestros recuerdos y con ellos a nuestros seres queridos que murieron, dándoles un lugar en nuestros corazones y nuestras vidas, permaneciendo con nosotros para siempre.

VIII Jornada sobre el Duelo: ‘El duelo más allá de la razón’

El 30 de octubre de 2021 celebramos la VIII Jornada de duelo bajo el título ‘El Duelo más allá de la razón’ para mirar al dolor desde nuestro interior, desde el propio sentido. El objetivo es dar lugar al duelo en nuestra sociedad y, este año concretamente, reflexionar sobre los recursos personales que podemos desarrollar para transitar un proceso de duelo. ¿Qué me está ayudando? ¿Cómo lo estoy viviendo?

Aunque muchas veces tendamos a apartarla, la muerte forma parte de la vida. La muerte nos iguala y el duelo es la respuesta normal, natural y adaptativa a la misma. El duelo no solo se vive a nivel individual, sino que también a nivel familiar y social. Por lo que son diversos los factores que rodean el mismo y que pueden llegar a convertirse en recursos que faciliten su camino: etapa del desarrollo, creencias, cultura, apoyo social, etc. La vivencia espiritual, entendida desde todos sus prismas, es uno de ellos.

En esta edición nos centraremos en conocer y reflexionar sobre la espiritualidad como una de las herramientas que nos facilita la vivencia del duelo. La espiritualidad muchas veces se asocia al término de religión, pero a lo largo de la historia se ha estudiado la relación entre ambas, concluyendo que son dimensiones relacionadas pero independientes la una de la otra.

La espiritualidad, según Speck, se puede describir desde tres miradas: la capacidad de transcender lo material, la capacidad de ver los fines y valores últimos y el significado existencial que cualquier persona busca.

A esta definición de Speck se añaden otros conceptos. Los valores religiosos tradicionales y la búsqueda de lo sagrado, los valores humanos, la búsqueda del propósito de nuestra vida, la conexión con los demás, la armonía y el bienestar individual y social.

Estas cuestiones y otras muchas son las que se abordarán con los ponentes durante la jornada, dando espacio a la espiritualidad como herramienta que nos facilite el camino en el proceso de duelo. Además, de escuchar y aprender junto a ellos queremos que sea un encuentro participativo, contribuyendo a que podamos afrontar la pérdida desde una mirada personal.

A continuación tenéis el programa. Os podéis inscribir para asistir de manera presencial o verla online a través de este cuestionario.

PROGRAMA

9.00 – 9.30     Recogida de material

9.30 – 09.40    Apertura de la jornada

  • Carlos Artundo. Director general de Salud del Gobierno de Navarra

9.40 – 10.00   ¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE ESPIRITUALIDAD?

  • Yolanda Santesteban. Psicóloga EAPS Hospital San Juan de Dios.

10.00 – 11.30   ‘UNA VISIÓN GLOBAL DEL DUELO’

  • Fidel Delgado. Titiripeuta

11.30 – 12.00     Descanso – café

12.00 – 13.30     MIRANDO DESDE DIFERENTES PERSPECTIVAS

  • Julio Gómez. EAPS Hospital San Juan de Dios de Santurce.
  • Enrique Martínez Lozano. Psicoterapeuta, sociólogo y teólogo

13.30 – 14.00     Cierre de la jornada.

  • Marta Juániz

 

Volviendo a la «normalidad»

Aún con los últimos retazos de las vacaciones en nuestra cabeza y disfrutando de los últimos días de verano, vamos avanzando en septiembre y, con ello, en la vuelta a nuestras rutinas y obligaciones que nos tienen ocupadas todo el curso.

Durante los meses de julio y agosto una gran parte de vosotras y vosotros no requiere tanto nuestro acompañamiento. Os vais de vacaciones, a pasar el verano al pueblo, queréis pasar más tiempo de la familia y olvidaros de horarios… Así que nosotras también aprovechamos a descansar, recargar pilas e ir preparando el nuevo curso.

Por eso, para nosotras, para la entidad, septiembre significa retornar a la «normalidad». Este mes se retoman o inician los grupos de duelo. Siete grupos tenemos activos, siete espacios de apoyo emocional, de escucha, compresión y acompañamiento y de sostén en los que compartir uno de los sufrimientos más viscerales: el dolor por la muerte de un ser querido. Una de nuestras mayores satisfacciones que nos dais es escucharos decir, una vez que el grupo finaliza, el aprendizaje, la seguridad, el bienestar y el apoyo que os proporciona y el gran vínculo que se crea entre todas las personas que lo compartís.

Este mes también comienza el taller lúdico-terapéutico de Pequeños Pasos, el grupo de duelo para niñas y niños de entre 4 y 10 años. A través de juegos, manualidades, lecturas… les ayudamos a expresar y gestionar sus emociones y a canalizarlas en un entorno seguro y rodeados de iguales. Este taller se complementa con sesiones psicoeducativas con las mamás, papás o personas de referencia con el objetivo de que adquieran herramientas y recursos para acompañar a las y los peques.

Las formaciones y charlas es otra de las actividades que vuelven con el inicio de curso. En colegios, Centros de Salud, ayuntamientos, Servicios Sociales, otras entidades sociales… Duelo general, duelo infantil, divulgación de la entidad, final de vida… Formar a los profesionales de los ámbitos de la Salud, Educación y Social, que en su día a día laboral trabajan con personas que están viviendo un duelo, es primordial para avanzar en la normalización de la muerte y el duelo como parte de la vida.

A finales de mes, el domingo 26 de septiembre, disputaremos una nueva edición, la séptima, del Torneo Benéfico de Pádel, en la que aunamos deporte y solidaridad; y en octubre llega la Semana del Recuerdo, del 25 al 30, con varias actividades programadas en torno al duelo, y la ya más que asentada Jornada de Duelo. Encuentros con familiares y amigos de personas en duelo, Death cafés… y nuevos proyectos y actividades que tenemos en marcha (y de los que todavía no os podemos decir nada…), siempre con la mirada puesta en mejorar, mejorar como entidad y mejorar en nuestra atención hacia vosotras y vosotros.

¡Seguimos avanzando…!

Hace 19 años… que todo cambió

Todo empezó como una idea, una necesidad. Algo en el corazón palpitaba y vibraba sintiendo que el dolor y el duelo necesitaban un lugar donde poder sostenerse, necesitaban un sitio donde atenderlo, mirarlo y mimarlo.

Siempre he escuchado que de las grandes crisis pueden surgir grandes cambios, que en muchas ocasiones el dolor nos invita a la transformación, al movimiento, aunque en ese momento no podamos verlo. Después de 19 años, quiero contaros una historia…

Un día todo cambió. Un día alguien me dijo que todo el dolor tenía que tener un sentido, tenía que «servir» para algo y, a día de hoy, puedo y quiero decir que ese fue el inicio de esta larga andadura. Goizargi nace desde el dolor, desde la pérdida, desde la necesidad. Tal vez, y por qué no, desde el grito. Un grito a la sociedad para recordarle que las personas en duelo no somos «bichos raros» o «patatas calientes» que en muchas ocasiones no se sabe qué hacer con ellas.

Han sido años de construcción, una construcción lenta, poquito a poco, intentando asentar cimientos. Hemos crecido muy despacio, con cuidado y con mimo. Como esas recetas que requieren ingredientes difíciles de encontrar y necesitan tiempo de elaboración, de dejar que la masa asiente, suba, se haga…

El camino no siempre ha sido fácil. Me vienen a la cabeza tantos momentos, tantas personas, tantas anécdotas. Situaciones duras a las que hemos sabido hacer frente. Momentos, a veces instantes, donde el cansancio pesaba tanto y donde la piedra parecía tan grande que queríamos parar, tirar la toalla y dejar de pelear. Y eso jamás sucedió. Siempre aparecía una luz, pequeña o grande, que nos recordaba que el camino merecía la pena, que la lucha tenía un sentido, un gran sentido.

Ese día que la idea empezó a tomar realidad recuerdo decirme en voz alta que esta asociación tendría sentido el día que pudiésemos ayudar o conseguir que una persona en duelo lograse no sentirse sola, no sentirse extraña ni rara. Hoy, 19 años después, miro atrás y tomo consciencia del recorrido y de la importancia de lo sentido y de lo vivido. Creo y siento que el objetivo está más que cumplido. Hemos acompañado a muchas personas y familias en su dolor. Hemos marcado una forma y manera de acompañar, de dar espacio y lugar al dolor. Y cuando lo escribo me emociono y me vibra la tripa, y me recuerda que estoy, que estamos vivos y podemos sentir.

Por eso, gracias.
Gracias a cada persona que ha puesto su granito de arena para que esto sea lo que es.
Gracias a los y las profesionales y las personas voluntarias que han formado y forman parte de este proyecto.
Gracias a cada persona que ha luchado conmigo y junto a mí.
Gracias vida por el permiso que nos das para acompañar a cada persona que se acerca, por seguir manteniéndonos con luz y fuerza para hacerlo.

Hace años un día todo cambió. Hoy sigue cambiando… ¡y nos gusta!

 

Rakel Mateo, fundadora de Goizargi.

El voluntariado es revolución

Voluntariado… para cuánto da este tema…

Hace un tiempo, leí un escrito que me marcó acerca del voluntariado.

Aquel escrito venía a decir que la magia no existe y que, por lo tanto, no podemos esperar «milagros» que cambien el dolor del mundo o que solucionen los problemas de la sociedad en la que vivimos, sino que cada persona, desde lo que es, desde lo que tiene, era la semilla de cambio, de fuerza e impulso necesario, suficiente y poderosa capaz de transformar con sus actos la realidad.

También decía que nosotras y nosotros mismos poseemos la capacidad y el poder de imaginarnos mejores personas y que eso se traducía en un mundo mejor.

Y se me despertaron varias reflexiones que me gustaría compartir.

No sé si alguna vez habéis sentido que sois demasiados «pequeños y pequeñas» en el mundo y para el mundo. Es una sensación extraña que, en mi caso, durante unos años, me llevó, entre otras cosas, a creer que yo no podía hacer nada para ayudar a los demás ni para cambiar la realidad o, al menos, aportar mi granito de arena.

Y es que hay veces que el mundo, el sistema, nos hace sentirnos así. Pequeñitos, indefensos, centrados en sobrevivir a nuestra propia batalla, volviéndonos «ciegos» a lo que ocurre en la puerta de enfrente, negando la oportunidad de recrear otras alternativas y quitando la energía de nuestras ganas.

Esto es un arma de doble filo. Al menos para mí. Durante un tiempo me tragué esto que os cuento. Hasta que conocí a una mujer de mi pueblo que me cambió la visión 180 grados.

«No hay una única manera de prestar voluntariado. Hay muchas. Lo importante es que te apetezca, que quieras, que te comprometas contigo y con la causa, con las personas. Puedes dar luz siendo vela o siendo espejo que refleja».

Me hizo pensar en lo necesario y lo importante.

Me hizo pensar que en mi sentimiento de indefensión también había miedo.

Miedo de no ser capaz, miedo a no saber hacer las cosas, miedo a fallar. Miedos.

Y también me hizo pensar en que quizás la historia de que el sistema me había hecho creer que no podía hacer nada, era una excusa para no enfrentarme a mis miedos y no comprometerme con la causa, como decía aquella mujer.

Porque comprometerme con la causa era tomar conciencia de realidades que duelen y que no son fáciles de mirar ya acompañar.

Porque comprometerme con la causa implicaba abandonar ciertos privilegios a los que me resistía.

Por qué comprometerme con la causa significaba esfuerzos y afrontar sustos varios.

Porque comprometerse con la causa era comprometerme conmigo misma y los demás en un grado «heavy metal».

Porque comprometerme con la causa era sentirme vulnerable y afrontar miedos.

Por eso os decía que la indefensión y la autocompasión que le sigue, a veces, son un arma de doble filo. Porque nos escudan y nos estancan y nos inmovilizan.

Hay creencias que limitan. Ya veis.

Tras cuestionarme todo, llegué a una conclusión: «en estos tiempos que corren, el voluntariado también es revolución».

Han pasado 16 años y los tiempos no cambian. Esa conclusión sigue teniendo sentido hoy en día, y sobre todo el «querer es poder». En esto sí se cumple.

Con todo esto, no me cabe más que dar gracias a la experiencia como voluntaria, por hacerme madurar, por regalarme lecciones, por empoderarme, por ponerme en contacto con la muerte, el dolor, pero, sobre todo, con la Vida.