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XI Jornada sobre el Duelo: ‘Una muerte en la familia. ¿Un único duelo?’

El 26 de octubre, sábado, organizamos la XI Jornada sobre el Duelo, que este año versará sobre ‘Una muerte en la familia. ¿Un único duelo?’. Será una jornada en horario de mañana y gratuita.

Cuando fallece un ser querido se altera el sistema familiar. La consiguiente adaptación a la pérdida supone una reorganización a corto, medio y largo plazo, de dicho sistema, en la que las etapas de duelo intrafamiliares e individuales se influyen recíprocamente.

No todas las pérdidas entrañan una crisis y si las condiciones son favorables y ha podido realizarse un trabajo previo, el duelo puede transitarse normalmente sin que la familia necesite ayuda especializada. No obstante, en numerosas ocasiones la muerte de un ser querido provoca una importante crisis vital tanto en el plano individual como en el familiar. Uno de los aspectos que podría verse afectados es la identidad de la familia y la de sus integrantes. La recuperación de la crisis requiere un proceso de transformación que incorpore la pérdida sufrida y que sirva de puente para acceder a una nueva identidad.

La estructura del sistema familiar, los roles desempeñados por el fallecido o fallecidos dentro de la familia, la calidad de la comunicación y del apoyo entre las personas que la componen, y el tipo de muerte en el ciclo de la vida familiar van a favorecer o entorpecer el desarrollo del duelo individual.

En la XI Jornada sobre el Duelo ‘Una muerte en la familia. ¿Un único duelo?’, queremos conocer la realidad de las familias a través de sus experiencias, así como la de los y las profesionales que, desde distintos ámbitos y perspectivas, tienen un contacto diario con ellas.

Las inscripciones están abiertas a través de este enlace https://forms.gle/gykYjMGXtdyY6BHfA


Programa

9.00 Apertura de la Jornada

  • Patricia Segura. Directora Gerente Hospital San Juan de Dios    
  • Rakel Mateo. Directora de la Asociación Goizargi
  • Fernando Domínguez. Consejero de Salud del Gobierno de Navarra.

9.30 Contextualización de la Jornada

Rakel Mateo. Directora y psicoterapeuta de la Asociación Goizargi

9.45 ‘Ayer y hoy de las familias y sus duelos’

  • Pablo Echeverría, investigador de la UPNA             

10.30     ‘Movimientos familiares en el duelo’      

  • Ana Belén Pardo, gerente y directora de Sorkari S.L Centro de Formación y Atención Integral al desarrollo de la persona

11.15 Turno de preguntas del público

11.30  Descanso

12.00 Mesa de profesionales y testimonios

13.30 Turno de preguntas del público

14.00 Cierre de la Jornada

A lo largo de la Jornada contaremos con la intervención de Sembrando ilusiones, asociación sin ánimo de lucro de payasos voluntarios de hospital.

¿CHARLAMOS SOBRE LA MUERTE

El duelo es la reacción natural ante la muerte de un ser querido, es un proceso funcional, sano y necesario de vivir para adaptarnos a esta nueva realidad. Una de las pocas verdades que podemos afirmar es que a todas las personas se nos muere un ser querido y que todas vamos a morir. Pero seguimos siendo una sociedad con miedo a hablar de la muerte y ello nos incapacita en el acompañamiento de estos procesos de dolor y de pérdida.

¿Charlamos sobre la muerte? es una serie de encuentros con los que queremos acercar diferentes aspectos del duelo que, tarde o temprano, nos van a afectar en nuestro día a día, y crear un entorno amable en el que las personas que acudan puedan compartir las incertidumbres y miedos que les provoca este tema. Queremos generar un cambio de mirada social hacia la muerte y el duelo y darles su espacio como parte de la vida.

Un jueves al mes estaremos en el bar La Huerta de Chicha para hablar sobre el tabú del duelo en la sociedad, el duelo en la infancia, cómo acompañar en el duelo, el paso del tiempo en el duelo y fiestas y duelo. De 19.00 a 20.00 h compartiremos algunas pinceladas sobre estas cuestiones y responderemos a las dudas e intereses de todas las personas que queráis compartir este rato con nosotras.

Cartel de los encuentros

Jueves, 23 de febrero. El tabú del duelo en la sociedad

La muerte y el duelo siguen siendo una de los grandes tabús de nuestra sociedad que, junto a los mitos que les envuelven, ocasionan miedos que impiden vivirlos con naturalidad. En este encuentro queremos romper estos tabús y dar una visión más real.

Jueves, 16 de marzo. Duelo en la infancia

Los niños y niñas son los grandes olvidados en el duelo. Queremos generar un espacio para hablar de cómo acompañar su procesos tan válidos y necesarios como los de los adultos.

Jueves, 20 de abril. Acompañar en el duelo

Cuanto más sano y funcional sea el entorno, más eficaz y adecuada podrá ser sentida la pérdida y la muerte. Disponer de herramientas para acompañar a las personas dolientes es determinante para facilitar o dificultar la elaboración del duelo.

Jueves, 18 de mayo. El paso del tiempo en el duelo

El tiempo forma parte del proceso de duelo. Erróneamente se cree que los duelos se elaboran con el paso de los meses, pero si no se realiza un trabajo, el tiempo por sí solo no cura. Solo nos demuestra que la persona que ha muerto sigue muerta.

Jueves, 15 de junio. Fiestas y duelo

Las fiestas son eventos en los que prima la vida, la felicidad y el disfrute donde parece que el duelo no tiene lugar. Queremos mostrar la realidad de las personas en duelo en estos momentos, que varían desde el rechazo o evitación hasta la euforia.

Cómo vivir y acompañar la Navidad cuando estamos en duelo

Vivir la muerte de un ser querido es todo un desafío, saber «bien» acompañarlo también. Más aún en estas fechas tan señaladas. Por ello, os dejamos ocho pautas para vivir y acompañar el duelo en Navidad de una manera más sana.

1. Revisa cómo quieres vivir las Navidades

A veces no es fácil saber qué es lo que necesitamos o queremos, y menos cuando estamos viviendo un proceso de duelo en el que muchas veces tenemos que lidiar con nuestro ruido interno debido a la intensidad y fuerza de un millón de emociones diferentes. Te invitamos a que puedas plantearte las siguientes preguntas: ¿Qué necesitas? ¿Qué quieres? ¿Qué te apetece hacer (o no hacer)?

Cuando estamos «sobreviviendo» a nuestro dolor interno es posible que no encontremos la fuerza para hacer este tipo de ejercicios. Es normal. Sin embargo, si dedicas un tiempo a observarte y preguntarte esto, te va a permitir planificar y estructurar con tiempo las cosas que necesites y desplegar aquello que necesites para conseguirlo.

Forma parte del aprender a «mirarte» y autorregularte. Recursos importantes para ir recuperando el control, la seguridad y el equilibrio de tu vida. Si necesitas ayuda para ello, pídela a personas referentes para ti. Cuando nos encontramos perdidos en una montaña, tener una brújula nos puede salvar la vida y el momento.

2. La montaña rusa emocional es normal

Cuando vivimos la muerte de un ser querido parece como si nos subiésemos a la montaña rusa más grande del mundo. ¿Sabíais que cada persona tiene su propia montaña rusa emocional? Es una atracción con subidas y bajadas muy peliagudas que hace que el dolor, los nervios, la angustia, la tristeza, el miedo, las emociones contradictorias o ambivalentes se disparen e intensifiquen hasta sentirlas totalmente descontroladas.

A veces, es cuestión de minutos, otras de días, otras de meses. Lo cierto es que no es nada agradable y nada fácil vivir ahí subida.

Nos parece importante que tengas en cuenta que esto es NORMAL y NATURAL en los procesos de duelo. Te proponemos que te visualices en esta montaña rusa cuando sientas que vas a llegar o estás en un pico de dolor y que trates de recordarte que es parte del proceso, algo natural y normal, que todo pasa y esto también lo hará.

3. El dolor emocional no mata

Hay momentos en los que tenemos la sensación de que la ausencia y el dolor emocional nos van a ahogar, a desgarrar o que nos va a hacer retroceder en nuestro proceso de duelo. Es un momento muy duro y angustiante que forma parte de esa montaña rusa emocional. Te invitamos a que recuerdes QUE EL DOLOR NO MATA, aunque a veces tengamos la sensación contraria.

QUE EL DOLOR DUELE. Esto a veces es difícil de entender, por lo que os invitamos a pararos aquí y tratar de imaginar que la muerte de un ser querido es una herida muy profunda en el alma que puede asemejarse a una rotura de un hueso o varios a la vez. Si la herida física duele, la emocional también. Y necesita curas y reposo para poder curar.  Visto así, podemos naturalizar y dar un lugar al dolor. Nadie nos lo va a quitar, pero cuando comprendemos las cosas podemos encontrar alivio y fuerza para atravesarlas.

4. Recuerda: «no tienes que nada»

Recuerda que no tienes que celebrar nada que no sientas o quieras. El acto de celebrar no es una obligación, es un derecho. No te exijas estar y hacer las cosas del mismo modo como en años anteriores. Es importante que tengas en cuenta que cuando estamos en duelo, nos duele todo. Nos duele el corazón emocional, nos duelen los recuerdos y también nos duele el cuerpo físico, y es muy habitual no encontrarnos con fuerza ni motivación para hacer nada. Respeta tu ritmo. Pide ayuda. Delega.

A veces, dentro de las familias surgen dificultades pues cada persona necesita cosas diferentes y esto
genera desacuerdos. Aquí es importante recordar, que «NO HAY DUELOS, HAY DOLIENTES», que el proceso de duelo es un proceso PERSONAL e INTRANSFERIBLE, una experiencia EXCLUSIVA de cada persona y que, por lo tanto, es normal que necesitemos llevar ritmos diferentes.

A veces caemos en imponer y obligar a las demás personas a vivir o hacer las cosas como yo quiero/siento.  En este sentido, os recordamos que decir «no», a veces es decirse «sí» a una misma. Y esto significa atenderme y cuidarme. Y esto es sano. Tenemos que dar espacio y lugar a cada miembro de la familia.

¡Tú, tu familia, tus amigos, sois un bastón de apoyo fundamental, utilizaros!

5. «La lástima, lastima, y la sobreprotección, también»

Una de las cosas que nos suele dar mucho «susto» en estas fechas tan señaladas es dejar a una persona sola en casa. Esto es normal, pues nos dejamos llevar por la pena, la preocupación y el miedo de que a esa persona que está viviendo el duelo le pueda ocurrir algo malo.

Recordar que las personas que vivimos un duelo a veces necesitamos estos ratos de soledad y de dolor para poder sentirnos mejor y «volver a la carga».

La preocupación y el miedo se desvanecen cuando somos capaces de comprender la situación y la necesidad. Para ello, os proponemos que podáis abrir una vía de comunicación en vuestra familia y explicar las razones o los motivos por los que necesitas estar solo. Os proponemos salir del silencio y nombrar lo evidente, lo qué os pasa. Seguro que así pueden entenderte mejor y eso les tranquiliza. Además, podéis llegar a un acuerdo de «os haré saber si os necesito».

6. ¿Está bien distraerse del dolor?

Partiendo de que no hay nada «bien o mal», sino «sano y no sano», a veces todo aquello que permita «desembotar-nos» y salir de nuestro dolor es sano. Como hemos dicho, hay momentos en los que una persona necesita «bucear hacia adentro» y conectar con su dolor para comprenderlo y poder empezar a asumirlo. Esto es un mecanismo natural y sano.

La situación se vuelve complicada y es aquí cuando debemos preocuparnos, cuando por defecto tendemos a evitar todo lo que nos haga sentir y recordar; cuando no expresamos o hablamos del dolor, de lo que nos pasa y nos lo quedamos para nosotros mismos. Esto puede dar lugar a un «enquiste emocional» haciendo que el duelo se cronifique en el tiempo.

Lo importante, y te proponemos que puedas hacerlo, es que busques maneras en las que te sientas cómodo para poder expresar, hablar, escribir, gritar, llorar y hasta reír tu dolor. También te proponemos el que puedas hacer una «lista SOS» con aquello que te ayuda y que no te ayuda. Puedes tenerla a mano en los momentos más difíciles para que te ayude a salir de ellos.

7. «(Des)lealtades que duelen»

El sentimiento de deslealtad es un sentimiento que nos hace sentirnos sin derecho o permiso para experimentar ciertas vivencias asociadas al placer o al disfrute. «No voy a poner el pino de navidad porque él no está», «no voy a poner música porque me siento culpable si lo hago», «si me disfrazo este año, siento que le falto al respeto», «si no pienso en ella, siento que la abandono, la olvido y me alejo». Este sentimiento de «(des)lealtad» es natural y normal, pero también puede enquistarse y cronificarse en el tiempo, lo que hace que nuestro dolor se intensifique y que cada vez tengamos menos derecho de vivir tal y como queremos o necesitamos.

Las Navidades son unas fechas que revuelven este tipo de sentimientos. Os invitamos a reflexionar sobre el sentido de este sentimiento. EL DUELO NO IMPLICA OLVIDAR, IMPLICA APRENDER A RECORDAR A LA PERSONA QUE HA MUERTO a través de maneras que no nos quiten espacio ni vida; al revés, que nos sumen tranquilidad, alivio, «calor».

Aislarte en tu dolor es imponerte sufrimiento. Aislarte en tu pena es limitarte tu alegría. Una época que termina, otra que empieza. Un duelo no implica olvidar, implica comprender el fin de una forma de vivir con todo lo que ello supone.

«Quizás baste con darnos cuenta de lo que necesitamos para seguir viviendo» y desde ahí poder rediseñar y construir una nueva manera de vivir la vida, los aniversarios, las Navidades, las fechas señaladas, los lugares, los encuentros, los olores… Todo.

Un abrazo muy fuerte a todas las personas que estáis viviendo y acompañando la muerte de un ser querido

El equipo de Goizargi

El proceso de duelo a través del dibujo

Para completar el escrito de la semana pasada, nos gustaría mostraros algunos ejemplos de dibujos que niños, niñas, adolescentes y personas adultas nos han permitido compartir con todas y todos vosotros.

En estos dibujos podemos ver de qué manera le vamos poniendo forma a las emociones, situaciones y procesos que muchas veces nos cuesta hacerlo con palabras.

  1.  Peque de 12 años.

Antes de realizar este dibujo, estuvimos hablando sobre lo difícil que nos resulta muchas veces conocer nuestra emoción y expresarla en nuestro entorno. Nos da miedo que nuestras emociones hagan daño o no tengan lugar a nuestro alrededor y nos las guardamos. Al intentar reflejarlo con el dibujo, apareció esto: muchas emociones que se mezclan entre ellas, con diferentes formas, y la sensación de que se sumergen en un pozo oscuro cuando no las compartimos (que muchas veces acaba explotando).

  1. Peque de 11 años.

En la sesión, sentíamos que, en el proceso de duelo, al pensar en nuestros seres queridos que han muerto, una bola gigante aparece en nuestra tripa y hace que nos duela todo el cuerpo. Nos dimos cuenta de que las emociones se entrecruzan y se atascan… Le invitamos a plasmarlo en el papel (con pintura de dedos) y luego poco a poco, observando el dibujo, a intentar conocer cuáles eran las emociones que se agarraban en la tripa.

  1. 32 años.

Cuántas emociones aparecen a lo largo del proceso: tristeza, nostalgia, rabia, miedo… Una de ellas, que nos cuesta mirar, es la culpa. Qué difícil es ponerle palabras y darle forma. Lo intentamos a través del dibujo pudiendo darnos cuenta del peso que implica esta emoción, de cómo nos oprime el pecho y la garganta, se nos enreda en la cabeza e incluso nos dificulta mirar hacia adelante. Ahora podemos darle lugar, intentar desenredarla, cambiarla de forma… Gran tarea.

  1. 33 años

Conforme transitamos el proceso, también vivimos millones de emociones que nos acompañan a lo largo del mismo. Nos cuesta darnos cuenta de que, paso a paso, van cambiando y el dolor se transforma. Hay veces que necesitamos echar la vista atrás y tomar consciencia de todo lo caminado, de todo lo transitado… En este dibujo, intentamos reflejarlo: cómo del dolor más oscuro y profundo, aparecen diferentes emociones. Todas ellas sanas, con su función y su vida.

  1. Peque 10 años.

También en la infancia, echar la vista atrás y reconocer el proceso elaborado es muy importante. En este caso, lo elaboramos en forma de camino y de cómo las emociones van cambiando en el mismo, del rojo más rabioso y doloroso, al amarillo y blanco, como la luz. Dándonos cuenta de que nuestro corazón va cambiando, nuestra herida va sanando, dejando siempre una cicatriz y un lugar muy especial para nuestro ser querido muerto en el corazón.

  1. Peque 9 años.

Y finalmente, en este dibujo podemos observar diferentes momentos significativos del proceso de un peque tras vivir la muerte de un ser querido. El dolor y la tristeza de la noticia, la importancia del compartir con un grupo de iguales (en el q compartimos nuestras emociones y a nuestros seres queridos muertos); lo esencial del acompañamiento y la necesidad de la despedida en familia.

Gracias, de corazón, por darnos la oportunidad de compartir estos dibujos, vuestras emociones y vivencias. A través del dibujo, podemos plasmar, ordenar, recolocar y expresar tanto como necesitemos. No olvidemos que es una gran herramienta en la expresión y en el acompañamiento.

Acompañar es ESTAR CON LO QUE HAY

Que difícil resulta casi siempre colocarse delante de alguien que se duele y sufre, que duro es encontrar las palabras adecuadas; y cuanta influencia tenemos cada uno de nosotros y nosotras en la evolución del otro.

Vivimos llenos de aprendizajes erróneos, de creencias de cómo tienen o no que ser las cosas, de mitos adquiridos que nos ayudan poco o nada en el acompañamiento que hacemos a las personas que se duelen y sufren.

Hay ciertas premisas que pueden ayudarnos a entender, en parte, el sentir de la otra persona y de este modo no juzgar su camino.

Las personas en duelo necesitan ser entendidas y escuchadas sin juicio. Necesitan una relación sana en la que nosotros (acompañantes) entendamos que ellas son capaces de transitar su dolor. Necesitan sentir que estamos, que somos parte de lo que les sucede, que podemos ayudar a sostenerles porque su dolor no nos ciega y no nos impide verles. Tarea compleja cuando, a veces, nos invade la necesidad de salvarles, de sacarles de ese lugar en el que ellas están, haciéndonos sin querer protagonistas de una historia que no nos pertenece.

Reconozcamos a las personas que transitan un duelo con capacidad de hacerlo, miremos su dolor con ternura, con compasión, entendiendo que pasará, a su ritmo y a su tiempo. Revisemos qué nos sucede al acompañar a alguien que queremos y se duele, revisemos nuestro modo de estar y de hacer. Las personas en duelo no necesitan ser salvadas, necesitan ser acompañadas y en ocasiones sostenidas.

Igual nos ayuda reflexionar sobre qué es esto de acompañar. Acompañar es ESTAR CON LO QUE HAY, no con lo que a mí (persona acompañante) me gustaría que hubiese. Y esto es importante, incluso esencial cuando hablamos de acompañar. Porque el dolor del otro refleja en muchas ocasiones asuntos propios, temas emocionales que no me permiten estar de manera adecuada en este complejo asunto de acompañar, y porque seguimos necesitando y queriendo salvar a esa persona que tenemos delante de un camino tan doloroso como único y propio.

Reflexionar sobre todo esto, tal vez nos ayude a saber dónde nos colocamos, dónde estamos y, al mismo modo, a entender esa frase inicial que decía: «Si me acompañas y no me juzgas, soy capaz». El duelo duele, es necesario, funcional, adaptativo… necesita ser y necesita un entorno que le dé espacio, lugar y permiso. De esta manera entenderemos y acompañaremos los procesos de los demás de un modo muchísimo más sano.

I Torneo Broski de Golf en beneficio de Goizargi

En una semana se juega en el Club de Golf Castillo de Gorraiz el I Torneo Broski – memorial Enrique Sacasas Andueza, en beneficio de Goizargi.

La competición se disputará todo el día y, a su finalización, se hará entrega de premios a los y las ganadoras y un sorteo con los regalos donados para la ocasión.

Si os gusta el golf y queréis pasar un día inolvidable, ¡apuntaros!

Muchas gracias a todas las personas que se han implicado en su organización y a todos los patrocinadores que lo han hecho posible: TCC, Nosolodulce, Art Keeping S.L, Foodys, Gesbon, Bar Savoy, Restaurante Alhambra, Caja Rural de Navarra, Surne Seguros y Pensiones, Restaurante Europa, Bar Babylon, JDS Capital, Conor Bikes, Coffing, Clinica Dental Naturdent, Club Atlético Osasuna, G. U., March R.S., cava Es Trac, Srixon, Lizarte, Federación Catalana de Golf, Real Federación Andaluza de Golf y Castillo de Gorraiz Hotel&Spa.

La fuerza del grupo

Empieza el curso y con él comienzan las diferentes actividades y servicios que ofrecemos desde Goizargi con el objetivo de acompañar a todas aquellas personas que están atravesando este camino al que llamamos duelo. Uno de los servicios que retomamos en septiembre son los grupos de duelo, por ello queremos ofreceros unas pinceladas acerca de los mismos. ¿Qué es un grupo de duelo? ¿Qué supone para mí? ¿Cómo influye en mi proceso de duelo? ¿Cómo me puede ayudar en mi sufrimiento?

Estos grupos están formados por personas que están viviendo una pérdida y el dolor que esta implica. Generalmente está constituido por personas que han vivido pérdidas distintas (padre/ madre, pareja, hijo/hija…), aunque siempre habrá personas que compartan el tipo de pérdida. Se reúnen semanalmente, están dirigidos por una profesional y en ellos se comparten e intercambian vivencias y recursos que puedan servir de guía a los compañeros y compañeras para aliviar ese dolor y poder adaptarse de una manera sana a la nueva situación que les toca vivir tras la pérdida.

Participar en un grupo de duelo tiene numerosos beneficios para las personas que están viviendo una pérdida, destacando el vínculo que se crea entre las personas dolientes, un vínculo realmente significativo, fuerte y reconfortante ya que comparten uno de los sufrimientos más viscerales: el dolor por la muerte de un ser querido.

Además, en el grupo se encuentra un espacio seguro de apoyo emocional y una atmósfera de sostén en la cual tener la libertad de expresarse sin sentir un juicio por ello, algo que aporta una mejora a nivel emocional y físico.

Compartir experiencias similares a las de los compañeros y compañeras disminuye la sensación de aislamiento social y ayuda a normalizar y validar la experiencia de cada uno y una. Calma sentimientos difíciles, crea una gran cohesión grupal y un sentimiento de pertenencia, y se gana confianza en uno mismo para poder recuperar el control de la propia vida y mejorar la autoestima. Todas las personas hablamos el mismo idioma, el del dolor.

Al tener permiso de contar su vivencia sin tapujos, por “extraña” o inadecuada que sea en el contexto diario (por ejemplo: ver a la persona muerta por la calle), en el grupo se descubre que es una reacción natural y universal del proceso de duelo, y la persona se despoja así del sentimiento de “me estoy volviendo loca” que en muchas ocasiones produce esta experiencia.

En el grupo descubren que el dolor en sí y hablarlo abiertamente no “mata” y que la expresión del mismo les abre la posibilidad de recuperarse. No sienten la necesidad de fingir “estar bien”, el grupo se convierte en el único espacio con permiso para expresar cualquier sentimiento, por complejo o “incorrecto” que sea socialmente (ira, tristeza, culpa, soledad, etc.).

Tiene una función didáctica (se aprende con la ayuda de las demás personas) qué es el duelo, que requiere un tiempo y una actitud activa por parte del doliente, las tareas a las que deben enfrentarse, etc. La recuperación o cambio positivo de una persona del grupo es esperanza para el resto y satisfacción y orgullo por el avance del compañero.

El grupo sirve para compartir estrategias de afrontamiento a situaciones o problemas concretos, como las Navidades o el acompañamiento de los hijos e hijas. Entre todas las personas se ayudan en la búsqueda de la estrategia más adecuada a cada situación concreta. Se ayudan a descubrir otras maneras de vivir y afrontar la pérdida, encontrando poco a poco esperanza e ilusión en la vida.

En los grupos se forman pequeñas-grandes redes de apoyo para las personas que están viviendo un duelo por la pérdida de un ser querido. En ellos cada persona va aportando su vivencia, soltando pequeñas “luciérnagas” que iluminan el camino de las demás y ayudan a que el sufrimiento vaya disminuyendo, creando un vínculo de fortaleza grupal.

¿Qué mejor que las propias personas dolientes para transmitir qué ha significado el grupo para ellas y para su proceso de duelo? Os invitamos a ver el último vídeo que hemos publicado, en el que podéis acercaros más a fondo a la experiencia que se vive en un grupo de duelo.

VIII Torneo Benéfico de Pádel Asociación Goizargi

El VIII Torneo Benéfico de Pádel Asociación Goizargi se celebrará el fin de semana del 17 y 18 de septiembre.

Este año contamos con la colaboración del Itaroa Pablo Semprún Sport Center para su organización, y el formato contempla cuatro categorías: dos masculinas y otras dos femeninas. Si alguna pareja mixta desea inscribirse, podrá hacerlo jugando dentro de los cuadros masculinos.

La inscripción cuesta 15 euros y todo el dinero que se recaude se destinará íntegramente a la asociación.

Las personas interesadas podéis inscribiros en el formulario habilitado en la web del Pablo Semprún Sport Center: https://www.pablosemprunsportcenter.com/torneogoizargi. El abono de los 15 euros de la inscripción se realizará el mismo día del torneo, antes de disputar los primeros partidos, a las 16.00 horas, en el control de jugadores habilitado.

Al finalizar el torneo, habrá trofeos y premios para las y los campeones y subcampeones de cada categoría, además de un sorteo final con un montón de fantásticos regalos donados por nuestros patrocinadores: Bodegas Ochoa, Conservas Pedro Luis, Bombones Torres, B Travel Tafalla, EcoprOlive, Cachet Shop, Irure Carnicería, Alehome, Floristeria Nuñez, Varices sin Cirugía: microespuma, láser, radiofrecuencia, cianoacrilato, Deportes Zariquiegui, IeL Navarra y Linsa. ¡Gracias!

Padeleras, padeleros, este es vuestro campeonato. ¡Animaros a pasar una gran tarde de deporte y solidaridad!

¡HEMOS CUMPLIDO 20 AÑOS!

El pasado sábado día 11 pudimos celebrar y compartir con muchos de vosotros y vosotras un espacio de encuentro y reencuentro. Fue bonito veros y sentiros, poder mirarnos, abrazarnos… ¡Nos hacía tanta falta sentir cierta «normalidad»!

Fue un espacio con un único fin, DAR LUZ AL DOLOR, y recordar a la sociedad y recordarnos a nosotras mismas que el duelo debe y merece tener un espacio en el día a día. Y juntos y juntas se lo dimos. Fuimos muchas las personas que pasamos y estuvimos por allí. Algunas vinisteis a acompañarnos a pesar de que hace muchos años que atravesasteis vuestro duelo, y pudimos/pudisteis volver a sentir eso que se siente cuando uno habla un idioma compartido. A veces no es necesario decir, y eso quienes hemos caminado sobre el duelo lo sabemos. Con una mirada o un gesto es suficiente. Con un aquí estoy o un entiendo tu dolor, basta.

Gracias de verdad por ser parte, por acompañarnos y por recordar siempre que Goizargi fue y sigue siendo casa, hogar, soporte, muleta… muchas de las palabras que nos devolvisteis y que pudimos reflejar sobre esas mariposas enormes que nos acompañaron durante la mañana.

Reímos, recordamos, sentimos, lloramos, nos emocionamos… incluso bailamos. Muchos y muchas nos dimos espacio, permiso para ser y para reír, en definitiva, para vivir. Porque el duelo cuesta, duele, supone y, en ocasiones, nos limita a seguir viviendo. Por todo eso: GRACIAS.

Gracias también a cada uno y una de vosotras que formasteis parte de este día y que juntos y juntas conseguimos seguir DANDO LUZ AL DOLOR.

Os esperamos el próximo junio… ¡ya serán 21!

DAR LUZ AL DOLOR

DAR LUZ AL DOLOR, una exposición al respecto de la muerte, el duelo y el dolor

El próximo día 26 de noviembre, tras varios meses de trabajo en compañía de Maslow Industries, inauguraremos DAR LUZ AL DOLOR, una exposición al respecto de la muerte, el duelo y el dolor. Exposición en la que no solo vamos a contar con diversos artistas reconocidos como Pedro Salaberri, Elena Goñi, Carlos Cánovas, Mariano Royo o Ángela Blanco, si no en la que hemos tenido la oportunidad de crear una obra colectiva gracias a la aportación de personas en duelo que han querido mostrar parte de sus recuerdos. Ha sido gratificante, ver, sentir y darnos cuenta de la importancia que tiene poder dar un espacio al dolor.

Nuestra sociedad esquiva la muerte, la oculta, la convierte en ruido cada vez más sordo. ¿Seríamos capaces de hacer lo mismo con la vida? ¿Con el gozo, con la alegría? La negación de la muerte y el dolor es tan absurda como real. Seguimos mirándola de lado, hablamos un poco más de ella, la hemos sentido un poco más cerca, pero sigue siendo de una manera escéptica, fría, lejana. La muerte forma parte de la vida y el dolor que ella nos causa es algo tan vital, tan real, como el amor o la alegría.

En Goizargi llevamos 19 años acompañando el duelo y el dolor, procurando y promoviendo espacios que nos puedan llevar a la reflexión sobre nuestro modo y manera de atender y mirar el dolor. Y todo esto tiene un fin claro, todos y todas incidimos de un modo u otro en el duelo y dolor de los demás. La mirada y creencia que cada uno y una de nosotras podamos tener tiene una gran implicación en los procesos de duelo propios y de los demás.

Por eso, a través de esta nueva iniciativa queremos seguir acercándonos a la población, queremos ayudar a que la pérdida, la muerte y el dolor y las emociones asociadas a las mismas, puedan verse y mostrarse a pie de calle.

Esta obra pretende poner la muerte y el dolor en el espacio público, en nuestro día a día. Normalizar y aceptar su presencia. Incluirla, mostrarla, darnos el permiso de caminarla y sentirla a través de expresiones artísticas de los demás.

¿Qué pasaría si entre todas y todos damos espacio al dolor? Tal vez el tránsito del mismo se viviría diferente.